// Policiaca

Ricardo Marín.-

Mujer de 39 años de edad, empleada de un botanero, fue acribillada por su pareja sentimental al parecer por celos. La madrugada de este domingo, sus dos hijas fueron testigos de cómo el loco amante, se abalanzó sobre ella, y con un picahielos le dio más de 30 puñaladas en el abdomen.

El cuerpo de Adela Mora Monzón, de 39 años de edad, fue encontrado semidesnudo, boca arriba, recostado encima de la cama, totalmente ensangrentad a, las sábanas teñidas de rojo sangre.

Este horror – de que fueron testigos mudos las dos niñas, hijas de la hoy occisa, la más grande de 7 años – ocurrió en la Cerrada de la 80 poniente, en el número 8-A de la colonia Naciones Unidas.


Una de las hipótesis es que la discusión que desencadenó la furia irrefrenable del homicida, fue a causa de los celos que provocaba el trabajo de la finada en su pareja sentimental. Ella era mesera en La Choza del Pescador, luego algunos vecinos dijeron que escucharon gritos.

Se sabe que el sujeto derribó a golpes a la mujer, haciéndola caer en la cama, donde se le encimó y luego le enterró el picahielos de forma profunda en más de 30 ocasiones, lo que en cuestión de minutos le hizo perder la vida.

El presunto homicida y ahora prófugo de las autoridades responde al nombre de Miguel Hernández Hernández. Este sujeto llevaba apenas seis meses viviendo con la ahora finada, quien ya era mamá de dos niñas.

Las investigaciones de este asesinato corren a cargo de la Agencia Especializada en Homicidios, según el expediente 54/2012. Los policías ministeriales de la Procuraduría General de justicia del Estado ya siguen de cerca las huellas de este brutal amante.

Ricardo Marín:-

Termina la vida de una ancianita entre las llantas de un cafre del transporte público, según testigos la ruta responsable fue Galgos del Sur. El atropellamiento ocurrió en la Prolongación de la 11 Sur y calle Limones, en la colonia San Ramón, donde la mujer de 75 años fue embestida por un microbús de la ruta antes mencionadas, cuyos conductores son destinatarios frecuentes de las quejas ciudadanas a causa de su forma imprudente de manejar.

Consuelo Rodríguez Guerrero, de 75 años de edad, ahora finada por la imprudencia de un conductor de transporte público, salió el día de ayer al “mercadito” de San Ramón, al parecer a hacer algunas compras, sin embargo no fue posible porque fue impactada con las toneladas de un autobús.


Los familiares de la ancianita señalaron muy molestos, que al llegar al lugar fueron informados por los testigos, que el responsable fue una ruta Galgos del Sur, presuntamente la unidad número 40. Así mismo la gente les notificó que los responsables fueron capturados por las personas.

Su molestia fue todavía mayor cuando les dijeron que los policías al parecer de la patrulla “317”, dejaron ir al responsable y la unidad. Por lo que los deudos informaron a este medio que interpondrían la denuncia correspondiente, en contra de los uniformados, que presuntamente dejaron escapar al responsable.

El hijo de la finada comentó: “Estamos esperando a ver qué sucede con esas gentes, lo detuvieron y lo dejaron ir pero ya lo tenemos identificado. Lo dejaron ir los de la patrulla 317, sí lo detuvieron la gente vio como lo detuvieron y lo dejaron ir, incluso mencionaron que un policía tiene un lunar en la barbilla”.

Y continúa diciendo: “La misma gente los identifica ahí en el mercadito, el de los sombreros dice que ellos lo vieron y los tenían agarrados, los policías dijeron ‘no es’, pero ya lo habían agarrado, la misma gente sabe quién es el chofer”.

Una de las hijas de la abuelita fallecida fue más enérgica en sus reclamos: “Son unas bestias los de las rutas. Los concesionarios contratan a gente inexperta, no les importa si van borrachos, o como vayan, con tal de sacar su pasaje. Son unas bestias… ya tiene que ponerse un alto. Todavía la autoridad los deja ir por una pinche mordida, no es justo”.

Ricardo Marín :-

Panadero fue golpeado brutalmente por los guardias de seguridad del Salón de la Alegría, la mortal paliza se la propinaron en el baño del lugar. Cuando el hermano del ahora finado intervino, también lo golpearon, luego lo sacaron a la calle y vio como cuatro de los guardias de seguridad sacaban en calidad de bulto al joven vapuleado y luego lo lanzaron a la calle “como perro” exclamó el hermano y testigo del fenecido.

Dos hermanos de ocupación panaderos nunca se imaginaron que una noche de esparcimiento y diversión culminaría en tragedia. Rafael y Carlos, ambos de apellidos Gasca Hernández, el primero de 27 años de edad, acudieron por la noche de este sábado al Salón de la Alegría, ubicado en la 18 Poniente casi esquina con 19 Norte.


Después de las cuatro de la mañana comenzaría la tragedia para los dos panaderos, quienes fueron al baño, y ahí Rafael fue agredido a golpes por los encargados de seguridad, quienes, como se dice en el argot, “le dieron montón”, y a patadas y todo tipo de agresiones lograron derribarlo y acabar con su vida.

Obviamente su hermano Carlos no se quedó con las manos cruzadas, al ver que los garroteros golpeaban a su “carnal”, intentó intervenir, en ese momento se lo impidieron a golpes otros elementos de seguridad del lugar, quienes le dieron unos puñetazos, y luego le rompieron una botella en la cabeza, lo cual le provocó una lesión que le hizo manar una cantidad considerable de sangre.

Carlos fue sacado del lugar y lanzado, literalmente, a la calle. Explica que lo que más le dolió es que apenas se recuperaba, vio como sacaban a su hermano en calidad de bulto y lo lanzaban “como perro”. Con la voz quebrada y las lágrimas que no pudo contener al recordar, comentó “Pero a mi hermano cuando ya lo sacaron del salón, lo sacaron como cuatro chavos, los policías de ahí. Pero ya lo sacaron colgando, y me lo aventaron en la calle.. ¡Ahí me lo aventaron como perro! en el piso y tuvo que pasar así”.

Carlos presentaba lesión abierta en el pómulo izquierdo, y una red en la cabeza la cual sujetaba unas gazas que cubrían la sutura de los puntos que recibió para cerrar la herida. Mencionó, que al ver caer a su hermano inerte: “Yo todavía lo agarré y le di respiración de boca a boca, pues es mi hermano, pero ya no vivió”.

Agregó que en total eran como 15 los encargados de seguridad del lugar, pero que al menos 7 participaron en la brutal y mortal golpiza, de estos la autoridad ministerial tiene a 4 en su poder, bajo la averiguación previa 54/2012 de la Agencia Especializada en Homicidios.

Los cuatro guardias de seguridad señalados de haber participado en este homicidio tumultuario son: Juan Isaías Suárez Barreda, de 21 años de edad, quien dijo llevar tan sólo mes y medio laborando en el lugar; José Lázaro Nieto Mejía, de 28 años de edad; José Martín Campos Aquino, de 28 años; y José Luis Merino Olivares, de 31 años. Todos ellos están a disposición del Agente del Ministerio Público de la Agencia Especializada en Homicidios.

Las investigación es de este homicidio corren a cargo del personal de la Agencia de Homicidios, quienes buscan a tres guardias más, para que se les finquen responsabilidades por el homicidio de este panadero que sólo salió en noche de sábado a buscar un poco de fiesta pero terminó encontrando la muerte.

Adrian Silva Moreno.-

Cae camioneta a barranco de 50 metros y fallecen dos jóvenes y dos mas quedan gravemente heridos, este lamentable accidente ocurrió luego que la camioneta en la que viajaban, Hilario Martínez de Jesús de 23 años,  su prima Rocío García de Jesús, de 19, Silvia García de Jesús y Aniceta de Jesús, chocara contra el cerro en una curva para luego precipitarse al vacio.

Las primeras versiones de la autoridades dieron a conocer que el siniestro habría ocurrido a las 22:00 horas de ayer jueves en el paraje denominado “Rojastitla”, perteneciente al municipio de Alcomunga.

Los lesionados viajaban a bordo de una camioneta de color azul americana con placas 951-WVR del Distrito Federal, cuyo conductor se desconoce hasta el momento ya que se logro fugar del lugar según trascendió por testigos presenciales.


Las personas que perdieran la vida fueron Hilario Martínez de Jesús contaba con 23 años y su prima Rocío García de Jesús, de 19 años, quedando lesionados en el lugar Silvia García de Jesús y Aniceta de Jesús, ambas fueron transferidas a esta ciudad por Cruz Roja, quedando internadas en el Hospital del Sagrado Corazón de Jesús en un estado sumamente delicado.

Sobre los hechos dio a conocer el agente sub. Alterno Eduardo Faustino Carrillo Alfaro, que todo ocurrió cuando presuntamente el conductor de la unidad conducía en estado de ebriedad y al llegar a una curva perdió el control del volante impactándose contra una barda en construcción para posteriormente continuar con su loca carrera sin control de la unidad atropellando a las referidas que se encontraban sobre carretera.

Después de lo relatado la camioneta se precipitó a un barranco de próximamente 50 metro de profundidad quedando con las llantas así arriba, razón por el cual quedó prensando Hilario Martínez de Jesús quien fue rescato por el cuerpo especializados en rescate de esta magnitud, mientras que los lesionados fueron trasladados a esta localidad

Arrojó espuma y luego fue llevado al hospital, en donde horas después pereció.

Odilón Larios Nava.-

Deprimido por problemas sentimentales, un joven de 19 años de edad, tomó la decisión de arrebatarse la vida, para conseguir su último fin ingirió algún tipo de veneno. Aunque sus padres alcanzaron a llevarlo con vida al hospital, horas después pereció pese a las atenciones de los galenos.

René Hernández Quintero, de 19 años de edad, quien fue originario del municipio de Tlaltepanco, pereció en el Hospital General de Tlaola, a causa de “intoxicación por sustancias químicas derivadas de órganos fosforados”, según asentó el Ministerio Público de Huauchinango en la constancia de hechos 438/2012.


Familiares del finado, en específico su progenitor, comentaron al representante social, que mientras caminaba con su hijo, notó que este estaba mareado, posteriormente comenzó a sacar espuma de la boca.

Ente esta sintomatología, lo trasladaron al Hospital General de Tlaola, en donde estuvo bajo la supervisión de los galenos durante varias horas, hasta que el veneno en su cuerpo lo llevó a expirar su último aliento.