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Puebla, 09 de marzo - El 16 de diciembre de 2019, Miguel Barbosa Huerta, gobernador del estado de Puebla, entre otros, entrego 250 patrullas a la policía estatal, las cuales están dotadas con tecnología de última generación, mismas que a la fecha no han sido utilizadas para combatir la inseguridad que aqueja al estado de Puebla.

Cabe mencionar que, dichas patrullas fueron rentadas a la empresa proveedora Limo Financiera del centro SA de CV, mediante algún millonario contrato, al que por cierto no se tiene acceso público.

Durante el evento el gobernador dio el banderazo de salida a las unidades, mismas que fueron desplegadas en las 32 regiones policiales que comprenden el estado, incluyendo la zona donde se ubican los poblados dentro del tenebroso Triángulo Rojo, a los que se tiene acceso principal por la carretera Amozoc - La Esperanza.

Es el caso que, en días pasados un oficial de la Policía de Caminos, en transición a la Guardia Nacional, fue brutalmente agredido por un nutrido grupo de pobladores oriundos de la comunidad La Esperanza. El policía se encuentra grave de salud tras la agresión, después que los perpetradores lo dejaron por muerto a la orilla de la carretera Puebla - Orizaba (150D).

Tras un recorrido en la zona, este medio pudo constatar que al menos, 15 de las flamantes patrullas rentadas y entregadas por el gobernador Barbosa en septiembre pasado, se encuentran abandonadas y en desuso, estacionadas en el Arco de Seguridad en Palmar de Bravo, ubicado dentro del peligroso Triangulo Rojo.

Es el caso que, mientras las patrullas duermen el sueño de los justos en Palmar de Bravo, los empresarios del transporte sufren a diario los embates de la delincuencia en aquella región del Estado de Puebla, ocasionando pérdidas millonarias al sector productivo, amén de la pérdida de vidas derivado de los ataques efectuados por integrantes del crimen organizado en la zona.