Ricardo Marín
Al arrancar en México la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas, las propuestas de los tres principales partidos políticos para las mujeres van desde la defensa o no del aborto, hasta el discurso ambiguo sin acciones concretas a favor de ellas.
El 30 de marzo comenzó formalmente la campaña para la renovación el 1 de julio de la Presidencia y del bicameral Congreso legislativo, en que el PAN, el PRI y el PRD van a la caza del botín político que representa el voto de las mujeres.
Para tratar de conquistar el sufragio femenino, que representan 51,84 por ciento de los 79,1 millones de mexicanos habilitados para votar, las tres formaciones plantean diversas propuestas referentes a los derechos sexuales, reproductivos, laborales y sociales de la población femenina.
En uno de los temas que más polariza a la sociedad mexicana, el de la interrupción legal del embarazo, el gobernante y derechista PAN (Partido Acción Nacional) y el izquierdista PRD (Partido Revolucionario Democrático) vuelven a confrontarse respecto al derecho a decidir de las mujeres.
Mientras, el PRI (Partido Revolucionario Institucional) se mantiene en un limbo de indefinición al respecto. El PRI gobernó ininterrumpidamente este país de 112 millones de habitantes entre 1929 y el año 2000, y los sondeos le asignan la primera opción de triunfo en los comicios de julio.
En la actualidad, 17 de los 31 estados mexicanos han incorporado en sus constituciones regionales la penalización del aborto, como reacción a la aprobación en 2007 en el Distrito Federal, asiento de la capital y gobernado por el PRD, de una ley que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 12 semanas.
En un análisis de las plataformas electorales que los tres principales partidos registraron ante el Instituto Federal Electoral, se observa que el PAN plantea instaurar como política pública la creación de clínicas que disuadan a las mujeres de recurrir al aborto.
En su plataforma, el partido que gobierna México desde diciembre de 2000 busca "promover" instituciones públicas y apoyar a las privadas que atiendan psicológica, social y económicamente a las mujeres embarazadas que deseen abortar, con el fin de que "tengan otras opciones".
El PAN agrega que "fortalecerá" los sistemas de adopción, para que los bebés y los niños puedan encontrar más fácilmente un hogar.
Este objetivo electoral del panismo, que tiene la primera mujer candidata a la Presidencia de México, Josefina Vázquez Mota, coincide con las actividades que desde hace por lo menos 10 años lleva a cabo el antiabortista Comité Nacional Provida, a través de los llamados Centros de Ayuda para la Mujer (CAM).
En esas clínicas se brinda justamente la "ayuda" que el PAN pretende instituir como política pública. Durante el primer sexenio del PAN (2000-2006) se desató un escándalo después de que en 2003 la Cámara de Diputados aprobó para los CAM 30 millones de pesos, 2,3 millones de dólares al cambio actual.
Grupos de mujeres denunciaron el patrocinio gubernamental a instituciones que -acusaron entonces- atentan contra los derechos reproductivos de las mexicanas.
En contraste, el PRD se compromete en su plataforma electoral a impulsar una política que garantice el derecho constitucional de las mujeres y sus parejas a "decidir libremente el número y espaciamiento de los hijos".
También plantea difundir la legislación vigente para promover el ejercicio de sus derechos, para denunciar y acceder a servicios de alta calidad para la interrupción legal del embarazo.
La formación propone una revisión a la legislación sobre interrupción del embarazo, para proteger a las mujeres de los abortos inseguros y evitar miles de muertes cada año.
De nuevo el PAN confronta al PRD en este tema y en su plataforma electoral "Un México con futuro 2012-2018" propone una reforma constitucional, para proteger "la vida humana desde la concepción y hasta la muerte natural".
Asimismo plantea que en la Ley de Reproducción Asistida se establezca "la prohibición expresa" de la criogenia (congelación de células), así como de la congelación o manipulación de embriones con fines de investigación.
Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la Presidencia, ha insistido en que cifra su "anhelo de triunfo" en el voto de las mexicanas, pero las mujeres fueron excluidas de los cinco grandes compromisos que estableció para cambiar al país.
Ellas son consideradas por el abanderado como "el voto duro" del PRI. Pero, sin embargo, tampoco figuran entre los seis principales ejes de la Plataforma Electoral Federal y Programa de Gobierno 2012-2018 del partido, entre los que destacan los temas de seguridad y crecimiento económico.
De las 104 hojas del documento, el PRI dedica sólo una página a las mujeres en la que hace un listado de buenas intenciones para resolver problemas como la muerte materna y el embarazo en adolescentes.
Las mexicanas ni siquiera son citadas en temas como seguridad y justicia, rubro en el que ellas son las principales víctimas debido a la guerra contra el narcotráfico emprendida por el presidente Felipe Calderón, y la ola de feminicidios en diferentes estados del país.
Un ejemplo: en el estado de México, vecino al Distrito Federal, los asesinatos de mujeres por su condición de género, sumaron 922 durante la gestión como gobernador del ahora candidato presidencial Peña Nieto, desde 2005 a fines de 2011.