Teoloyucan, México.- en pleno siglo XXI con alrededor de 100 mil habitantes y graves rezagos en materia de servicios, entre otros problemas sobrevive este municipio. Hoy mencionaremos una vez más el correspondiente a la nomenclatura: El poblado cuenta con una que otra placa alusiva con el nombre de las calles que en su mayoría fueron colocadas por la ultima administración perredista a finales de los noventas, de igual manera con alguno que otro número oficial en los domicilios; un árbol, un bar, una tienda, toda referencia es buena para orientarse en esta población donde prácticamente no existen vialidades con placas que den referencia de su nombre, no más del 3 por ciento cuenta oficialmente con el servicio y eso en la cabecera municipal, amén de los baches, falta de agua entubada, drenaje y algo primordial.. La Seguridad Pública, que se destaca por ser abusiva,violenta,omisa, inepta e incapaz.

Ha quedado claro que a los integrantes de la actual administración Priista 2013-2015 muy poco o nada les importa contar siquiera con la nomenclatura urbana básica,  que sin lugar a dudas es un elemento fundamental de orden y planeación en cualquier municipio, necesario para facilitar la ubicación de los predios y vías urbanas, para brindar las herramientas necesarias y orientar satisfactoriamente a los usuarios de las rusticas vialidades que desgraciadamente abundan en esta población, en la que se continua aún con “Los Domicilios Conocidos”.  

Uno pensará que esto es surrealista y puede que lo sea, así están las cosas en Teoloyucan. En este municipio mexiquense es frecuente referirse a las calles o plazas añadiendo indicaciones del tipo: "Junto a la Corona", "por el Álvaro Obregón", "por la calle del panteón", "hacia abajo", "hacia arriba", "sigue derecho y da vuelta a la derecha". Los habitantes han tenido que ingeniárselas para moverse en un pueblo desordenado y con calles sin identidad. ¨Calles invisibles¨.

Y aunque no existe una guía exacta que permita moverse con facilidad en el pueblo, dominar los puntos de referencia que se usaron cuando el poblado era una villa indígena, sigue siendo la mejor fórmula.

 “Es parte de la idiosincrasia, y si mañana se estableciera un sistema de nomenclatura para identificar las calles, casas y avenidas, creo que no funcionaría. Para nosotros siempre será desde donde está aquella piedra a tantas cuadras para tal lado, y si llegan a quitar la piedra, diremos donde estuvo la piedra a tantas cuadras….”, afirma irónicamente Juan, un conductor de taxi que circula de día por las maltrechas calles del poblado.

El chofer lleva algún tiempo trabajando como taxista, y asegura que no hay día en que no se pierda buscando la dirección que le solicita un pasajero. Juan cuenta que su peor pesadilla es cuando se adentra en los barrios que desordenadamente han empezado a crecer a lo largo y ancho del municipio con anuencia de las autoridades. En estos sitios, que son aglomeraciones de caseríos, los puntos de referencia son generalmente desconocidos y eso impide llegar al destino final de un pasajero.

Un árbol milenario, una fonda o tendejón de antaño, un bar, los restos de una construcción, el nombre de algún personaje de barrio, el color de una casa, una antigua iglesia, todo vale en Teoloyucan a la hora de llegar a un sitio determinado. La memoria fotográfica es la más importante.

No cabe dudada que a Salvador Montoya Moya le vale! Por cierto nos comentaron que ya se encuentra “desesperadón” porque al parecer no alcanzó hueso en las diputaciones, por lo que muy a su pesar tendrá que concluir la peor de las administraciones en la historia de Teoloyucan, la cual encabeza. Lo bueno es que viene el de Hidalgo, no te desanimes Chava. En tanto, el pueblo sigue esperando un gobernante que traiga la playera…