El Cannabidiol (CBD) es la sustancia no psicoactiva de la planta de cannabis que ayuda a combatir varias enfermedades, y más importante, impide el crecimiento de células cancerígenas, reduce las posibilidades de ataques cardiacos y de diabetes. También, es un efectivo antipsicótico en el tratamiento de la esquizofrenia.

La marihuana en su estado crudo, podría ser un elemento esencial en la dieta diaria, ya que es un poderoso antioxidante y antiinflamatorio. Según los especialistas, los mayores beneficios se obtienen  de su ingesta.

El clínico de cannabis, Dr. William Courtney, recomienda beber 4-8 onzas de la flor cruda y el jugo de cualquier planta de Hemp, 5 mg de Cannabidiol (CBD) por kg del peso corporal, una ensalada de germinado de marihuana y 50 mg de THC tomados en 5 dosis diarias.

La primera investigación que muestra las propiedades anti tumor de la marihuana fue presentada en Los Ángeles en 2007, demostrando que el THC puede activar los caminos biológicos que detienen la división de las células de cáncer o bloquean el desarrollo de los vasos sanguíneos que “alimentan” a los tumores.

El cannabis es una droga Clase B y es ilegal en la mayoría de los estados de Estados UNids. “Si el cannabis fuera descubierto en la selva amazónica hoy, la gente pediría que sus beneficios se aprovecharan al máximo. Desafortunadamente, la marihuana tiene una larga y no tan larga historia de ser perseguida.” dijo Donald L. Abrams, médico Jefe de Hematología del San Francisco General Hospital y profesor de medicina en la Universidad de California. El Dr. Abrams es investigador de las aplicaciones médicas del cannabis.

En 2009 Zach Klein, un graduado Tel Aviv University del Departamento de Cine y Televisión, dirigió el documental Prescribed Grass. A partir de su experiencia con el filme se interesó en el desarrollo de la investigación científica con base en el cannabis y ahora, como experto de las políticas alrededor de la marihuana medicinal, dirige su propia investigación.

Klein y sus investigadores examinaron el impacto de un tratamiento de marihuana en 19 residentes del asilo Hadarim, en Israel, que tenían entre 69 y 101 años. Los pacientes consumieron marihuana en polvo, aceite, vapor o fumando 3 veces al día en el transcurso de 1 año para aliviar dolores, falta de apetito, calambres y temblorina.

Los resultados fueron notorios; los participantes ganaron peso, aliviaron sus dolores y sobre todo, mejoraron sus habilidades de comunicación y de humor y redujeron notablemente su consumo de medicinas como antipsicóticos, tratamiento de Parkinson, estabilizadores de humor y analgésicos.

La marihuana también tiene impacto a nivel neurológico. Uno de las causas del Alzheimer es la inflamación acetylcholinesterasa, que es la aceleración de la actividad sináptica que mata las terminales nerviosas en el cerebro. El cannabis interactúa con receptores de CB1 en el cerebro para inhibir la inflamación. El sistema cannabinoide endógeno activa los lazos entre las terminales nerviosas en el cerebro y provee de un revestimiento que protege de la “quema” causada por la inflamación, lo previene de la disminución de actividad cerebral que está asociada con la pérdida de la memoria y la confusión.

Las investigaciones de Klein continúan, esto debería ser un paso adelante hacia la legalización de su uso medicinal. Cuando el documental de Klein se estrenó en 2009, los permisos para el uso médico de la marihuana aumentaron de 400 a 11,000.


(Waking Times)