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Puebla, Pue. El restaurante La Forchetta, ubicado en la comunidad Chipilo –en el municipio de San Gregorio Atzompa, a 10 kilómetros de esta capital— fue clausurado por dar empleo a un varón homosexual, así como a una mujer embarazada, a una madre soltera y a una corredora de motos. La empresaria Norma Hannan, propietaria del establecimiento, dio a conocer que éste fue cerrado el viernes pasado por órdenes de la edil auxiliar Edith Zago Colombo, sin una orden legal de por medio.

Hannan informó que ese día un grupo de 20 personas, entre ellos la edil y el ex alcalde subalterno Armando Salvatori, acompañados por policías municipales, se presentaron en su negocio de comida italiana, poblana y japonesa para intimidarla y exigirle que cerrara el lugar en ese momento por inmoral.

“El señor Armando Salvatori dijo que mi negocio no puede seguir abierto porque en él empleo a una embarazada, otra más que es madre soltera, una corredora de motos y un trabajador gay, y porque yo soy divorciada”, expuso.

De acuerdo con Hannan, durante la visita de las autoridades y los pobladores, algunos en estado de ebriedad, la empresaria fue amenazada con que su restaurante sería quemado si no cerraba en ese momento. Señaló que la amenaza se hizo en público, y los comensales que se encontraban al interior salieron de inmediato.

La afectada destacó que la alcalde auxiliar jamás le mostró una orden judicial, no colocó sellos de clausura al inmueble, y tampoco dio una justificación para el cierre. Hannan no descartó que el incidente se debiera a que apoyó a Enrique Camarillo, candidato priísta a la alcaldía de San Gregorio Atzompa con miras a la elección del pasado día 7.

“La presidenta Edith Zago me dijo es que esto me había pasado por apoyar al equipo equivocado, refiriéndose a que en los comicios recientes yo abiertamente apoyé al candidato del PRI, cuando ella es panista, por eso denunció que la clausura de mi negocio fue por represalia”, expuso.

Añadió que recibió agresiones verbales por parte de los pobladores que acompañaron a Zago Colombo, sin que se llegara a los golpes.@ La jornada