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La tarde del domingo 16 de junio un equipo funerario salió de Chilpancingo, Guerrero, para llegar a Puebla. Traían la encomienda de recoger el cuerpo de José Nava Romero, quien fue asesinado la madrugada de ese día, tras ser atacado por un grupo armado con rifles de asalto y pistolas escuadras 9 milímetros cuando se encontraba en un palenque ubicado en la avenida 24 de febrero de San Antonio Cacalotepec, una comunidad perteneciente al municipio de San Andrés Cholula.
Nava Romero, presunto jefe de la organización delictiva “Los Rojos”, quien fue brazo armado del cártel de los Beltrán Leyva, alcanzó a salir con vida del lugar solo para morir metros más adelante, cuando lo trasladaban a su camioneta, una Ford Escalade ESV-350, color blanco, placas UPF-6137 del estado de Querétaro.
La ejecución del sujeto es uno más de los delitos relacionados con el crimen organizado que se han registrado en los últimos meses en la entidad, asesinatos que aumentaron en 196 por ciento en el último semestre de acuerdo con un reporte elaborado por Lantia Consultores, una empresa especializada en el análisis de políticas públicas y políticas de seguridad, y que coloca al estado como la segunda entidad con el mayor crecimiento en la materia, solo por debajo de Quintana Roo.
La violencia se desplaza
El estudio, publicado en el número de Julio de la revista Nexos, revela que la violencia en el país si bien presenta una ligera disminución luego del cambio de gobierno federal, también ha comenzado a cambiar de localización.
De acuerdo con Eduardo Guerrero, consultor en seguridad de Lantia y autor del informe presentado en Nexos, “el mayor aumento en los homicidios ocurre hoy en Jalisco y en el centro del país. En la ciudad de México las ejecuciones registradas de diciembre de 2012 a mayo de 2013 (el primer semestre de la administración de Miguel Ángel Mancera) fueron 43% superiores a las observadas durante el último semestre de Marcelo Ebrard”.
En un análisis comparativo entre los homicidios registrados en el último semestre del sexenio de Felipe Calderón y el primer semestre del gobierno de Enrique Peña Nieto, considerando una base de datos alimentada y gestionada por la propia consultora, “se observa que el panorama de la violencia ha cambiado de forma sustancial en el último semestre”.
“En términos generales, las ejecuciones han disminuido en las entidades que hacia el final del sexenio pasado registraban las crisis de violencia más severas. En los cinco estados que registraron mayor número de homicidios durante el último semestre del gobierno de Calderón (Guerrero, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila y Nuevo León) se observó una marcada disminución durante el primer semestre del gobierno de Peña Nieto. Sin embargo, en estas cinco entidades se siguen observando niveles elevados de ejecuciones”.
“En el otro extremo, los homicidios vinculados con el crimen organizado han registrado aumentos importantes en algunas entidades —particularmente del centro del país— que previamente habían registrado niveles de violencia relativamente bajos. Este es el caso de Puebla, Guanajuato y el Distrito Federal”.
En el estudio se señala que son siete las entidades en donde se registraron incremento en el número de personas ejecutadas que podría estar relacionadas con el crimen organizado: Sonora, Chiapas, Jalisco y Quintana Roo, además de las ya señaladas.
Y que el mayor incremento se reporta en Quintana Roo, en los homicidios repuntaron 215 por ciento, le sigue Puebla con 196 por ciento, dejando en tercer lugar a Guanajuato que reporta un 72 por ciento.
Puntualiza también Eduardo Guerrero que en el país siguen teniendo lugar eventos de violencia de alto impacto. Por ejemplo, el número de masacres (eventos en los que son asesinadas cuatro o más personas) ha permanecido estable desde el segundo semestre de 2012 (se registran alrededor de 30 masacres al mes).
Guerra de carteles en Guadalajara
Eduardo Guerrero explica que la tendencia de aumento de las ejecuciones en la zona metropolitana de Guadalajara (la segunda con mayor población del país) constituye el principal foco rojo en materia de violencia vinculada con el crimen organizado”.
Y explica que el repunte, que se inició a partir del último trimestre del gobierno de Calderón y se ha mantenido en el primer semestre del gobierno de Peña Nieto, y tiene su origen en la escisión del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) del Cártel de Sinaloa, en “represalia, el Cártel de Sinaloa auspició la incursión en Guadalajara de Los Caballeros Templarios y Los Coroneles, para atacar al CJNG en su principal bastión”.
LadoB