Tepeaca Pue.- Desde los primeros minutos de ayer, miles de personas arribaron al centro de esta localidad para celebrar al Santo Niño Doctor y agradecerle por curarlos de todos sus enfermedades.

Con base en documentos históricos del ayuntamiento, la imagen milagrosa llegó a esta tierra poblana en el año de 1942, cuando el entonces Gobierno local edificó el primer hospital de la región en un terreno ubicado entre la alcaldía y la parroquia.

Para la atención de los enfermos, autoridades pidieron el apoyo a la Congregación religiosa Josefina, entonces al poblado arribaron cuatro monjas y una de ellas, llamada Carmen Barrios Báez, traía consigo la pequeña escultura de Jesús, pieza que se le había regalado por sus servicios, la cual fue colocada en una improvisada capilla dentro del nosocomio.

Desde la presencia de la escultura, ésta concedió milagros a las personas que recibían atención médica en la clínica, por lo que su devoción creció; en ese entonces se le conocía como ‘El Niño del Hospital’.

La fe por la imagen fue tan grande que en 1942 se trasladó a la parroquia dedicada a San Francisco de Asís y en 1961 se decidió que cada 30 de abril se realizaría una fiesta en su honor.

Edifican santuario

Durante 15 años el Santo Niño permaneció en una pequeña capilla que se ubicaba a un costado del templo, pero las peregrinaciones que arribaban poco a poco se volvieron más numerosas, entonces se decidió realizar modificaciones a su santuario.

Fue hasta el 2005 que la escultura fue colocada en el altar principal, al igual que la iglesia quedó más grande para recibir a los creyentes.

En bicicleta, camiones o a pie peregrinos de otros municipios poblanos así como de estados como Zacatecas, Monterrey, Nuevo León, del centro del país y hasta de la Unión Americana, año con año arriban para postrarse bajo los pies de la pieza religiosa que mide aproximadamente 75 centímetros de altura.

Entre las historias milagrosas destaca la de la familia Sánchez Pérez, quienes vinieron desde Nuevo León para agradecer que la niña Denisse libró el cáncer y no tuvo que ser sometida a quimioterapia, gracias al santo.

Sale a curar

Existen muchas leyendas en torno a la escultura de mejillas sonrosadas, la cual viste como un rey, con su capa y corona; pero en las representaciones que le han hecho usa ropa de doctor con su bata y maletín.

Una de las más populares es que todas las mañanas los zapatitos que porta están desgastados y sucios, porque sale a curar a los enfermos.

Otra de las leyendas es que cuando sus mejillas palidecen, quiere decir que se encuentra aliviando los males de alguien que está grave de salud y cuando vuelven a tomar su color la persona sanó.

La feria que se hace en honor a esta imagen en Tepeaca inicia del 21 de abril al 4 de mayo.
Además de los milagros que otorga el Niño Doctor, en su fiesta deja una importante derrama económica al municipio de más de 2 millones de pesos.