Daniel Hernandez 


Extorsiones, violaciones, ingreso, consumo y venta de drogas, intentos y fugas consumadas,  corrupción y nepotismo, los vicios de un penal para adultos, pero en el Centro de Internamiento Especializado en Adolescentes (CIEPA) a cargo de Moni Ruíz Sierra quien asegura es inamovible del puesto.

Ruiz Sierra ha hecho valer el dicho de “la ropa sucia se lava en casa” y es que los custodios del CIEPA aseguran que a pesar de los delitos que se cometen en el interior no se da parte a las autoridades lo que ha hecho que los internos se envalentonen y los agredan física y verbalmente.

Un grupo de custodios, que pidió el anonimato por temor a represalias, entregó a El Popular un expediente con reportes entregados a la directora Moni Ruíz Sierra y al subdirector operativo del CIEPA Didier Rodríguez Guzmán quien, aseguran, los archivan para mantener la imagen de que el lugar es seguro.

Explicaron que en el 2012 un interno presentó una denuncia por el delito de violación, sus compañeros aseguraban que era homosexual  y varios tuvieron relaciones sexuales con él aunque el aseguró que fue obligado, sin embargo no se investigó.

Señalaron que las reglas para los internos han sido relajadas por órdenes de la directora lo que ha incrementado las incidencias de narcomenudeo, mañas para ingresar y consumir droga en el penal, especialmente marihuana y los ataques contra custodios como el que El Popular dio a conocer el lunes pasado.

En el reporte se da cuenta de una 20 de casos que los internos aseguran nunca fueron investigados.

Una de las muestras ocurrió el 10 de marzo cuando un interno fue detectado al subir a su dormitorio por llevar un bulto en el resorte de una bermuda, al pedirle que sacará lo que llevaba sacó un pedazo de papel higiénico que se metió a la boca y salió corriendo.

Al ver que su compañero fue detenido cuatro internos salieron a defenderlo atacando a los custodios y encerrándose en los dormitorios para esconder el paquete que contenía marihuana.

Seis días después los  mismos internos querían amotinarse por lo que incendiaron la biblioteca y al intervenir un custodio fue atacado mandándolo de incapacidad 10 días.

En la sección donde está el dormitorio de estos internos, el nueve de noviembre pasado los custodios  informaron del descubrimiento de elementos que apuntan a otro intento de fuga.

En una ventana de la sección A en uno de los barrotes lo habían cortado, al revisar sus pertenencias se les encontró una extensión de cuatro metros de largo.

En los baños encontraron un arco sin segueta (con la que cortaron los barrotes), unos tennis marca Nike, en otro inodoro encontraron una segueta de 20 centímetros y en la salida frente al asta bandera una sábana color gris que amarrarían a otras para descolgarse por las paredes del inmueble.

Los informantes explican que de los 104 internos aproximadamente el 60 por ciento ya son mayores de edad y su fortaleza física la utilizan para extorsionar a los más jóvenes en comparación con el del resto de la población.

Uno de los internos más violentos recibe pocas visitas, pero tiene despensa, tarjeta para hablar teléfono y dinero en efectivo que obtiene de la extorsión de sus compañeros.

Y pero aún la directora les permite ejercitarse haciendo pesas y practicando box por lo que jóvenes de entre 22 y 25 años internos se vuelven mucho más peligroso pata sus compañeros y los custodios.

El interno siempre tiene la razón

Los custodios se quejan que cualquier indisciplina de los internos es solapada por la directora quien basta que el infractor diga lo contrario para ser disculpado y se tomen acciones legales contra los vigilantes.

Ejemplificaron el caso en el que un interno fue sorprendido en dos ocasiones con un teléfono celular sin embargo esté aseguró, en el primer caso, que un psicólogo de la institución se lo ofreció por mil 500 y lo puso a cargar para verificar si servía cuando fue sorprendido.

La segunda vez que fue sorprendido con otro  teléfono culpó a un custodio de haberlo introducido y de vendérselo en mil pesos, ambos fueron dados de baja sólo por el testimonio del infractor.

Los informantes explicaron que las agresiones como la del 16 de marzo pasado no son nuevas, pues aseguran que si se reprende a los internos luego de reúnen para tomar venganza contra los custodios:

“Te encobijan, esperan a que estés descuidado y cuando pasas sólo por los dormitorios te avientan una cobija en la cabeza, te enredan y te empiezan a golpear”.

Aunque los custodios pasan el reporte los excesos de los internos estos son solapados por las autoridades por lo que se envalentonan y amenazan a los encargados de la seguridad del CIEPA

Reproducimos uno de los reportes que fueron entregados cuando le piden a un interno que regresara a la biblioteca donde debía estar por una orden superior:

“Como chingas, quiero hablar con el Didier (subdirector operativo del CIEPA) yo tengo un trato con él – y luego empieza a gritar-

“Didier quiero hablar contigo, mira a tu oficiales se están pasando de pendejos”

Luego de amenazar de muerte al custodio le advierte: “pero vas a ver le voy a decir a la Moni y al Galindo”.

Nepotismo y corrupción

Los informantes revelaron actos de nepotismo de parte de funcionarios del CIEPA como el de la subdirectora administrativa Teresa Alejandra Pacheco Ramos, quien colocó como sus secretarias a sus sobrinas Susana y Alejandra.

Otro caso más es el del jefe de departamento de recursos financieros y materiales Ranulfo Badillo Sánchez quien tiene a dos familiares en el área de mantenimiento, aunque tienen plaza de custodios para elevar su sueldo aunque desarrollen otras funciones.

De acuerdo con las fuentes consultadas Badillo Sánchez tiene un negro expediente en su carrera profesional  que inició en la administración Guillermo Jiménez Morales.

Pasó por la Procuraduría General de Justicia por invitación de Jorge Galindo Orea quien fue dado de baja de la institución del cargo de Ministerio Público acusado de extorsión.

A pesar de todas las irregularidades la directora del CIEPA se mantiene inamovible en el cargo incluso en una reunión con su personal les dijo que pueden hacer y decir lo que quieran que afectan la imagen de la Secretaría Seguridad Pública, pero que a ella no le hacen nada.