La Policiaca
El Fiscal Ejecutivo de la delegación de la Procuraduría General de República en Morelos y un agente investigador de la AFI, identificados respectivamente como Oscar Iván Alba Mosqueta y Salvador Paz Téllez, fueron detenidos por policías municipales de Cuernavaca, por escandalizar ebrios y hacer disparos en estacionamiento del domicilio que habita El Fiscal, en el “Fraccionamiento Residencial La Cañada” en Palmira en Cuernavaca.
El Fiscal aún se dio el lujo, indignado por esta detención tras de que personal de seguridad privada y vecinos del lugar solicitaron el auxilio de la policía pues temían sacar a sus hijos para llevarlos a la escuela, deregresar y con la misma arma amenazar de muerte a unos de los vigilantes, al que afirman incluso le quito la cartera, tal vez para tener todos sus datos y saber donde buscarlo posteriormente, por lo que su víctima sin esperar más abandono el trabajo y se fue, afirman sus jefes que incluso del estado.
Los vecinos informaron que desde las 5.20 horas de la mañana de ayer, los dos influyentes empleados de la delegación PGR, comenzaron a realizar disparos luego de estar ingiriendo bebidas embriagantes en el área del estacionamiento, quedando en el lugar 17 casquillos de balas percutidas calibre nueve milímetros, pues a ninguna autoridad le intereso investigo el hecho.
Tras la llamada de auxilio arribaron al lugar a las 6.20 horas, las patrullas de la policía municipal de Cuernavaca 2762, 2810 7 2798 entre otras, pero al encontrarse conque los ebrios rijosos eran efectivos de la PGR, a decir de los vecinos, “le pensaron para detenerlos”, pero finalmente se los llevaron, solo para que un par de horas después, en las instalaciones de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano, los dejaran en libertad, entregándolos a sus “superiores”, con el argumento de que “no hubo imputación alguna en su contra y porque ya no había flagrancia pues ya no los encontraron disparando, sólo guardando la pistola en la guantera”.
Posteriormente se dijo que el Fiscal y su compañero de parranda al estar en el estacionamiento “descubrieron a unos sujetos tratando de brincarse a un domicilio y por ello hicieron los disparos”, lo que no fue confirmado, lo que si se confirmó es que el Fiscal portaba una pistola calibre nueve milímetros con dos cargadores, con un solo cartucho útil.
Este hecho y el alarde de impunidad hecho por el Fiscal, Oscar Iván Alba, genero en sus vecinos el temor y la indignación, así como la condena a las autoridades por no cumplir con su deber aplicando la ley, como debe de ser sin privilegios para nadie.
Sobre esta reprobable conducta de sus subalternos, el delegado, Marcelino Sánchez Huitron, afirmó en breve entrevista que se investigarán los hechos para deslindar responsabilidades y proceder en consecuencia, “porque ahí no se protege a nadie”.
El comunicado oficial de la SP y AC sobre este caso.
La Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca informa que durante la mañana de este día lunes fue atendida una llamada de auxilio registrada en el fraccionamiento La Cañada de la colonia El Polvorín, donde los guardias de seguridad privada reportaron disparos que se escucharon en la zona.
La solicitud de auxilio se registró a los números de emergencia cerca de las 06:25 de la mañana de hoy lunes y de manera inmediata los elementos preventivos acudieron al lugar donde tuvieron a la vista a dos personas que estaban a bordo de una camioneta Cheyenne color negro, quienes guardaban un arma de fuego calibre nueve milímetros en la guantera de dicho vehículo.
Ambas personas se identificaron como funcionarios de la Procuraduría General de la República Delegación Morelos y fueron trasladados al jurídico de la esta Dependencia Municipal para el deslinde de responsabilidades una vez que estaban acusados de efectuar disparos al aire.
Sin embargo y debido a que ninguna persona hizo un señalamiento directo en contra de las dos personas, fueron entregadas a sus superiores para que ellos determinen lo procedente.
Cabe hace mención que a los dos funcionarios no se les encontró en flagrancia, es decir, no estaban disparando el arma calibre nueve milímetros que fue encontrada en la guantera junto con dos cargadores, uno de ellos abastecido con un cartucho.