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 Pachuca, Hidalgo.- A sangre y fuego se fugó un reo del penal de Jacala, no obstante que se frustró un plan acariciado durante medio año para que se fueran tres más mediante una red de complicidades compradas con corruptelas.


Un custodio herido de bala en el tórax, tres reos detenidos, lo mismo que dos deshonestos vigilantes confabulados con ellos es el saldo que dejó el amotinamiento de una parte de la población penitenciaria.

La Coordinación de Investigación informó que los hechos ocurrieron el sábado, a las 15:30 horas, en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Jacala. La inmediata reacción ante el llamado de un guardia evitó una fuga masiva y permitió las aprehensiones.

Los reclusos asegurados, por ser partícipes en la planeación y ejecución de la fuga, son:

Alejandro Torres Ríos, David Espinosa Melchor y Rufino Bueno Julián, a quienes se les confiscó un arma de fuego tipo escuadra, marca Colt, calibre 22, la cual fue ingresada al penal con la complicidad de los custodios Rolando Rubio Arteaga y Amalio de la Parra Ramírez.

En la confusión, se evadió Alejandro Guerrero Rojo, de 19 años, vecino del municipio de Pisaflores, procesado tras ingresar al penal el 27 de agosto de 2010, por estar relacionado con las causas penales 32/2010 y 33/2010, debido a los delitos de asalto y robo.

De acuerdo con información oficial, Adán Jesús Pérez Mejía, custodio del Cereso, reportó a la Policía de Investigación sobre la fuga en proceso, pues al encontrarse franco pasó por afuera de la cárcel y escuchó varios disparos de arma de fuego.

Pronto, los agentes investigadores se trasladaron al lugar, donde al arribar ya estaban elementos de la Policía Municipal, los cuales sometieron a un reo que intentó huir y lesionó en el pecho, por disparo de arma de fuego, al custodio Vicente Martínez Reséndiz, quien fue trasladado de emergencia al Hospital Regional.

ANSIA DE LIBERTAD Y CORRUPCIÓN

Al tomar el mando del caso, los agentes investigadores entrevistaron al custodio Rolando Rubio Arteaga, quien dio a conocer que el cocinero le tocó la puerta para preguntarle si quería comer, por ello, al abrirle para que pasara con la olla, se le acercó el interno David Espinosa Melchor, el cual lo tomó del cuello y lo amagó con una punta.

Ordenó que abriera la puerta, acción a la cual se le unieron los también procesados Alejandro Torres Ríos, de 43 años, con domicilio en la comunidad de El Chalahitito, municipio de Pisaflores, y Alejandro Guerrero Rojo, de 19, con residencia en Pisaflores.

Este último ayudó a Alejandro Torres a brincar por una ventana de la puerta, y a quien le dieron un arma calibre 22, marca Colt, tiro al blanco, con objeto de que matara al custodio Vicente y así quitarle las llaves.

Alejandro Torres le disparó en el pectoral al custodio Vicente, quien alcanzó a forcejear con su atacante hasta lograr someterlo, lo cual aprovechó Alejandro Guerrero Rojo a efecto de escapar.

A pesar de que los agentes investigadores, con apoyo de diferentes corporaciones policiales de la región, implementaron un operativo de localización, no hubo resultados positivos.

En la entrevista, el custodio Rolando Rubio Arteaga cayó en diversas contradicciones y terminó por aceptar que desde febrero del año en curso empezó a tener amistad con el interno David Espinosa Melchor, el cual fue deportado de Estados Unidos para ser recluido en el Cereso de Jacala.

En el relató manifestó que por la confianza que tenía con el interno, una ocasión le pidió prestados doscientos pesos. Días después, volvió a pedir a David que le prestara mil quinientos pesos a propósito de comprar un equipo de sonido a su vehículo.

Su amistad llegó a tal grado que el recluso le mencionó que se quería ir, que era muy fácil y si no lo había hecho era porque no quería.

El custodio declaró que, esa misma ocasión, el reo le propuso a su compañero de trabajo, Adán Pérez Mejía, darle setenta mil pesos a cambio de que le pasara unas armas; y aunque inicialmente hubo reticencia, fue convencido con un: "Una vez que «me pele», no le diré a nadie que me ayudaste".

Posteriormente, en junio pasado, el custodio Adán Jesús le pidió mil pesos prestados a la cuñada de David, de nombre Guadalupe, pero al enterarse el reo, le reclamó y acordaron que le devolvería el dinero.

CÁRCEL SIN DIRECTOR NI JEFE DE SEGURIDAD

Del mismo modo, en otra de las entrevistas que efectuaron los agentes investigadores, Amalio de la Parra Ramírez, alias "El Camel", quien se desempeña como jefe de seguridad del Cereso, admitió tener conocimiento de que el interno Espinosa Melchor pretendía fugarse.

Pero no lo hizo del conocimiento de sus superiores, porque hace cuatro meses estuvo platicando con David, el cual le ofreció treinta mil pesos a cambio de que lo ayudara a escapar.

El parte policial señala que como Amalio se negó a la petición, David Espinosa insistió y lo amenazó con que si no lo ayudaba, los que lo pasarían mal eran sus familiares, lo cual tampoco denunció.

En el momento de los hechos, precisó, no se encontraba en el penal, pues un día antes le pidió a sus subordinados Rolando y Vicente Martínez Reséndiz que lo cubrieran en su turno, porque tendría que ir a la Ciudad de México y llegaría hasta la tarde.

Esa ausencia no se la informó al director del Cereso, el cual tampoco se hallaba en su oficina, como es usual los fines de semana; sin embargo, se descubrió que Amalio vive en la misma comunidad donde radicaba David, con quien lleva amistad desde la infancia.

LA MAMÁ DE UN REO METIÓ EL ARMA

A su vez, el interno Alejandro Torres aceptó que le disparó al custodio Vicente Martínez para quitarle la llave de la puerta que da acceso a la esclusa.

En su declaración, también relató que desde hace tres meses planeó fugarse, contactando a Alejandro Guerrero Rojo, y le pagaron 25 mil pesos al interno Rufino Bueno Julián a fin de que su mamá les pasara dos armas de fuego, pero sólo introdujo una.

Igualmente, recordó que el dinero lo reunieron entre los tres y lo entregaron a Amalio de la Parra Ramírez, jefe de custodios del penal; éste, a su vez, le dio el dinero a la mamá de Rufino, la cual hace aproximadamente dos semanas, en días de visita, le entregó el arma a su hijo, quien después se la llevó al dormitorio de David.

Con el arma en su poder, acordó con sus cómplices que se fugarían un viernes o sábado, aprovechando que no estaría el director, además confiaban que los custodios ya sabían sus intenciones.

REO PAGA FIESTA DE HIJA DE CUSTODIO

También reveló que a Rolando Rubio Arteaga le ofreció 70 mil pesos y una camioneta para que lo ayudara, incluso en varias ocasiones le prestó dinero. De igual forma, al custodio Amalio de la Parra Ramírez le dio 15 mil pesos para la fiesta de 15 años de su hija.

El interno Rufino Bueno Julián manifestó que en enero pasado conoció a David Espinosa Melchor, con quien hizo amistad, el cual le platicó que pensaba fugarse y lo invitó a irse con él, pero se negó, pues está a punto de purgar su condena.

No obstante, ante la insistencia de David, a mediados del enero decidió participar, manifestándole que se pondrían de acuerdo con Alejandro Torres, Alejandro Guerrero y Marciano Sánchez García a propósito de juntar dinero y comprar armas.

Reveló, de la misma manera, que lograron juntar 22 mil pesos, los cuales entregaron al jefe de Seguridad del Cereso, Amalio de la Parra, quien, a su vez, se los dio a Bernardina Julián Contreras, que utilizó para pagarles a Lorenzo Bueno Hernández y a Severiano Mauricio Contreras.

Por ese motivo, ya no compró las armas, pero días después regresó 10 mil pesos, ante lo cual el multicitado David le exigió que le entregara el resto del dinero o las armas.

De igual forma, Rufino relató que sabía que el custodio Rolando Rubio Arteaga ya le había dado dinero a David para que comprara unas armas y que él pasaría cuando éste estuviera en el área de seguridad (la escusa), donde los internos no pueden entrar.

Añadió que, hace aproximadamente 10 días, David Espinosa le mostró un arma de fuego, mencionándole que el custodio Rolando Rubio había introducido el arma al Cereso, a quien le exigió el dinero que le había dado o, de lo contrario, con la misma lo iba a matar.

PLAN AL BARRIL

Finalmente, Rufino confesó que acordaron que el 28 del mes en curso se huirían, y que Alejandro Torres se encargaría del custodio a efecto de que abriera la puerta y así los demás internos pudieran salir, pero, al final, no se decidió.

Por ello, el interno Gilberto Rubio Amador les habló a los custodios para que Rolando Rubio les abriera la puerta en el área de seguridad, donde David y Alejandro amagaron al custodio a fin de poder salir, y que él se escondió en un barril de la tienda, porque no se iba a fugar, ya que en un mes recobraría su libertad.

Del hecho tomó conocimiento personal de la agencia del Ministerio Público, cuyo titular dio inicio a la averiguación previa número 08/97/2012.

EXPEDIENTES

El reo evadido es Alejandro Guerrero Rojo, quien ingresó el 27 de agosto de 2010, sentenciado a 11 años, siete meses y 15 días, por los delitos de asalto y cohecho de particulares, relacionado con las causas penales 32/2010 y 33/2010, debido a asalto y robo.

Alejandro Torres Ríos ingresó el 5 de julio de 2011, relacionado con la causa penal 30/2011, por el delito de homicidio.

David Espinosa Melchor, de 40 años, con domicilio conocido en el barrio El Cerrito, Jacala, ingresó el 20 de octubre de 2011, relacionado con la causa penal 45/2008, por el delito de homicidio calificado.

Rufino Bueno Julián, de 26 años, con domicilio en la calle Emiliano Zapata de la comunidad Extemel, municipio de Tamazunchale, San Luis Potosí, ingresó el 2 de marzo de 2009, por el delito de abuso de confianza.

Rolando Rubio Arteaga, de 22 años, con domicilio conocido en la comunidad El Pinalito, Jacala, se desempeña como custodio A, encargado de la puerta principal y recepción.

Amalio de la Parra Ramírez, alias "El Camel", de 41 años, con domicilio conocido en el barrio El Cerrito, Jacala, custodio E, encargado del turno de seguridad en el penal.