Redaccion
Un comando armado asaltó, con lujo de violencia, a trabajadores repartidores de una pipa propiedad de la empresa Mega Gas.
Tras someter a sus víctimas, los hampones las despojaron de la unidad de carga que transportaba energético y dinero.
Ante el agente del Ministerio Público acudió Pedro Cornejo Corona para denunciar el violento atraco a mano armada.
Explicó que maneja una pipa de gas LP y su ayudante es Ignacio Rojo López.
Aproximadamente a las 16:30 horas, dijo, se dirigían a surtir energético a la factoría B González localizada cerca de la vía Jorobas-Tula, en la primera sección de la comunidad Conejos.
Repentinamente, señaló el chofer, fue alcanzado por una camioneta blanca y dos automóviles, donde bajaron rápidamente varios sujetos armados.
Sin darle tiempo a nada, los malandrines subieron a la unidad de carga que iba en camino de terracería y sometieron a los empleados de la empresa gasera.
Después de someterlos, los anduvieron "paseando" durante largo rato hasta que los abandonaron en un sitio despoblado de Atotonilco de Tula..
Antes, les quitaron a sus víctimas más de diez mil pesos, producto de las ventas del día, así como sus celulares y otras pertenencias.
Pedro Cornejo pidió al representante social que agentes de la Coordinación de Investigaciones efectúen las pesquisas de rigor con objeto de atrapar a los maleantes y sean castigados conforme a Derecho.
Tras someter a sus víctimas, los hampones las despojaron de la unidad de carga que transportaba energético y dinero.
Ante el agente del Ministerio Público acudió Pedro Cornejo Corona para denunciar el violento atraco a mano armada.
Explicó que maneja una pipa de gas LP y su ayudante es Ignacio Rojo López.
Aproximadamente a las 16:30 horas, dijo, se dirigían a surtir energético a la factoría B González localizada cerca de la vía Jorobas-Tula, en la primera sección de la comunidad Conejos.
Repentinamente, señaló el chofer, fue alcanzado por una camioneta blanca y dos automóviles, donde bajaron rápidamente varios sujetos armados.
Sin darle tiempo a nada, los malandrines subieron a la unidad de carga que iba en camino de terracería y sometieron a los empleados de la empresa gasera.
Después de someterlos, los anduvieron "paseando" durante largo rato hasta que los abandonaron en un sitio despoblado de Atotonilco de Tula..
Antes, les quitaron a sus víctimas más de diez mil pesos, producto de las ventas del día, así como sus celulares y otras pertenencias.
Pedro Cornejo pidió al representante social que agentes de la Coordinación de Investigaciones efectúen las pesquisas de rigor con objeto de atrapar a los maleantes y sean castigados conforme a Derecho.