José Pablo Sánchez B.
Trágica muerte tuvo infortunado individuo luego de que el automotor en que viajaba volcó aparatosamente sobre la autopista México-Querétaro, que atraviesa por este municipio.
Jorge Ayala Sánchez se llamó el interfecto. Al momento de morir contaba con 61 años y se desempeñaba como chofer.
Aproximadamente a las 17:40 horas, policías federales avisaron sobre el trágico percance a autoridades de la Procuraduría General de Justicia, comisionadas en este municipio.
Julia Ivette Trejo, agente del Ministerio Público de Tepeji del Río, realizó las diligencias de rigor en compañía de peritos en Criminalística y efectivos de la Coordinación de Investigaciones grupo Tepeji, al mando del comandante Arturo Cruz Rosales.
Al llegar rápidamente a la supercarretera, a la altura del kilómetro 66, las autoridades ministeriales encontraron sobre prolongada curva y en el acotamiento, una camioneta Nissan tipo estacas color blanca, placas de circulación KW61298, la cual presentaba huellas de accidente.
Por los indicios encontrados en el lugar, las autoridades presumieron que la unidad impactó y volcó aparatosamente en toda su estructura, y las portezuelas de la unidad tienen la leyenda Crossline.
Debajo de la unidad se apreciaba el cadáver de infortunado individuo, el cual estaba aprisionado entre hierros retorcidos.
Después de que socorristas pudieron sacar el cuerpo sin vida, la representante social dio fe del cadáver y ordenó su traslado al Servicio Médico Forense (Semefo) local a fin de practicarle la necroscopia de rigor.
Médicos legistas dijeron que el occiso murió por traumatismo craneoencefálico severo.
Más tarde, a la agencia del MP de Tepeji del Río se presentaron José Abel Ayala Alvarado y Mario Ayala Sánchez, hijo y hermano del extinto, respectivamente, a fin de hacer la identificación y reclamo legal del cadáver de su familiar.
Ambos deudos refirieron que todo se debió a un mero accidente y no se querellaron en contra de nadie.
Sólo pidieron el cadáver de su pariente para darle cristiana sepultura en su lugar de vecindad.
Jorge Ayala Sánchez se llamó el interfecto. Al momento de morir contaba con 61 años y se desempeñaba como chofer.
Aproximadamente a las 17:40 horas, policías federales avisaron sobre el trágico percance a autoridades de la Procuraduría General de Justicia, comisionadas en este municipio.
Julia Ivette Trejo, agente del Ministerio Público de Tepeji del Río, realizó las diligencias de rigor en compañía de peritos en Criminalística y efectivos de la Coordinación de Investigaciones grupo Tepeji, al mando del comandante Arturo Cruz Rosales.
Al llegar rápidamente a la supercarretera, a la altura del kilómetro 66, las autoridades ministeriales encontraron sobre prolongada curva y en el acotamiento, una camioneta Nissan tipo estacas color blanca, placas de circulación KW61298, la cual presentaba huellas de accidente.
Por los indicios encontrados en el lugar, las autoridades presumieron que la unidad impactó y volcó aparatosamente en toda su estructura, y las portezuelas de la unidad tienen la leyenda Crossline.
Debajo de la unidad se apreciaba el cadáver de infortunado individuo, el cual estaba aprisionado entre hierros retorcidos.
Después de que socorristas pudieron sacar el cuerpo sin vida, la representante social dio fe del cadáver y ordenó su traslado al Servicio Médico Forense (Semefo) local a fin de practicarle la necroscopia de rigor.
Médicos legistas dijeron que el occiso murió por traumatismo craneoencefálico severo.
Más tarde, a la agencia del MP de Tepeji del Río se presentaron José Abel Ayala Alvarado y Mario Ayala Sánchez, hijo y hermano del extinto, respectivamente, a fin de hacer la identificación y reclamo legal del cadáver de su familiar.
Ambos deudos refirieron que todo se debió a un mero accidente y no se querellaron en contra de nadie.
Sólo pidieron el cadáver de su pariente para darle cristiana sepultura en su lugar de vecindad.