Redaccion
Luego de estar desaparecido desde el domingo pasado, fue hallado el cuerpo sin vida de Mario Sánchez Cruz, de 34 años, en una casa abandonada, del Estado de México. Ahora se sabe, fue asesinado a golpes por sus "amigos", tras sostener una agria discusión por algún asunto que no ha sido revelado.
Una camioneta tipo Pick up, con placas de Hidalgo, propiedad del hoy occiso, fue encontrada en poder de los presuntos homicidas, por lo cual se presume que el móvil del asesinato pudiera haber sido el robo de la unidad.
Fue precisamente la localización de dicha unidad lo que llevó a agentes de la Policía Federal, destacados en San Juan del Río, Querétaro, a la captura de los presuntos homicidas: Luís Ángel Monroy Olivares y Sidronio Ángeles de la Cruz, de 21 y 36, años, originarios de Villa del Carbón, Estado de México. Estos fueron asegurados mediante una persecución y ambos fueron puestos a disposición del Ministerio Público Investigador en turno de la Agencia Dos, que dio inicio a la Averiguación Previa SJR/2/1193/2012, por el delito de homicidio.
De acuerdo con los antecedentes del caso, el homicidio fue perpetrado el pasado domingo, a las 19 horas, en el interior del domicilio particular de Luís Ángel, localizada en San Antonio Escobedo, Estado de México.
De acuerdo con las primeras declaraciones y revelación de los ahora detenidos, refieren que privaron de la vida a Mario Sánchez, luego de que entre los tres, surgieran diferencias por asuntos que estaban tratando, sin precisar mayores detalles.
Supuestamente, Luis Ángel fue quien al momento de la agria discusión se apoderó de un tubo con el que lo mató a golpes en la cabeza.
Una vez consumado el asesinato, dicen, salieron del lugar, llevándose la camioneta Chevrolet, tipo Pick up, color blanco, modelo 2008, con placas de circulación HT- 05 029 del estado de Hidalgo, propiedad de la víctima.
LOCALIZAN LA CAMIONETA
La noche del miércoles, alrededor de las 22:00 horas, la camioneta del hoy occiso fue vista circulando por la carretera federal 45 Palmillas - Toluca, por Raúl, hermano de Mario (occiso), a la altura de San Sebastián de las Barrancas, a la que siguió hasta la autopista México - Querétaro, acudiendo de inmediato a la Policía Federal, estación San Juan del Río, a solicitar ayuda.
Una vez alertada la policía, de inmediato se dio una persecución contra la camioneta Chevrolet, cuyos ocupantes, al darse cuenta de la presencia policial, huyen en dirección a la comunidad de Santa Bárbara La Cueva, donde fueron alcanzados y detenidos por los federales, quienes dijeron llamarse Luis Ángel Monroy Olivares (a) "El Chivero" y Sidronio Cipriano Ángel de la Cruz.
Al ser interrogados los sujetos, por los representantes de la ley, con relación a la desaparición de Mario, confesaron que estaba muerto en la casa de Luis Ángel, en San Antonio Escobedo, Estado de México.
En una casa abandonada que se ubica en cerrada de Miguel Ángel Reséndiz García y avenida Timoteo Reséndiz Camacho, efectivamente, ahí se encontró el cadáver de Mario Sánchez Cruz, en un cuarto de la parte posterior de la vivienda. Presentaba huellas de severos golpes.
En apoyo acudieron elementos de Protección Civil Municipal de Polotitlán y dos elementos de la Policía Municipal que resguardaron el sitio al que se constituyó el Ministerio Público Investigador de Jilotepec, Estado de México, con su oficial secretario, peritos en criminalística de campo, medicina y fotografía forense, para dar fe del cuerpo y recabar huellas y demás evidencias.
Se desconoce si el cuerpo se encontraba sepultado en la vivienda o estaba en el cuarto posterior. La PGJEM sigue investigando para conocer si los detenidos tienen en su haber más delitos.
Los restos mortales de la víctima fueron entregados a sus deudos, una vez que dos de ellos rindieron su declaración en calidad de testigos de identificación cadavérica, posteriormente fueron velados y se les dio cristiana sepultura.
Por lo pronto, luego de su declaración ministerial, y con los elementos que cuenta el Ministerio Público, los consignará ante un Juez penal; se informó que la camioneta fue remitida a un corralón donde está a disposición del representante social, hasta conocer la verdad histórica del origen del crimen.