Sadit Gonzalez R.

De varios disparos de arma calibre 9 milímetros fue ejecutado el contador de la empresa Cementos Moctezuma, Petronilo Parra Santiago, quien la mañana de ayer fue interceptado cuando salía de su domicilio en la Colonia Grajales, iba acompañado de su esposa, quien se puso a salvo cuando los sicarios disparaban a la víctima y enseguida huyeron  a bordo de una motocicleta.

Aproximadamente a las 7:20 horas de ayer, Alejandra Castro Hilario, esposa del finado, junto con su esposo Petronilo Parra Santiago, quien se desempeñaba como contador de la empresa Cementos Moctezuma en el Bulevar Manuel Ávila Camacho, salía de su domicilio ubicado en la calle Yucatán de la Colonia Grajales.

La mujer narró  que antes de salir de la casa, su esposo le dijo que iba a sacar la camioneta, por lo que salió de la casa y antes de encenderla, bajó un garrafón de agua de la batea, cuando de pronto observó que dos sujetos se le acercaron, le dispararon en repetidas ocasiones.

Al escuchar los disparos, Alejandra se metió a su domicilio para refugiarse, mientras los sicarios, tras cumplir con su objetivo, subieron a la motocicleta en la que llegaron y huyeron sin dejar rastro.

Entre los gritos de desesperación, la mujer se acercó a su marido, quien todavía tuvo el tiempo de despedirse y enseguida solicitó auxilio de  paramédicos de la Cruz Roja, quienes ya nada pudieron hacer para salvarle la vida.

Ante el deceso, requirieron  la presencia del agente del Ministerio Público, así como del personal de servicios periciales de la Subprocuraduría, quienes llegaron a realizar las diligencias del caso.

A pesar de que este ataque sucedió a unos cuantos metros del regimiento militar, personal de esta dependencia llegó a la escena del crimen hasta una hora después, para únicamente tomar conocimiento de los hechos, mientras que policías municipales y estatales, con la poca información que recabaron de los testigos, efectuaron recorridos en los alrededores sin obtener resultados favorables.

En el lugar fueron asegurados cuatro cascajos calibre 9 milímetros, además que localizaron dos ojivas y una bala sin percutir, lo que da pistas que el arma homicida se encasquilló a los asesinos.

El cuerpo del malogrado contador fue trasladado al descanso municipal, donde le practicarían la necropsia, para iniciar con las investigaciones para esclarecer la ejecución.