Adriana Rosas V.

Un hombre fue encontrado sin vida en las Riberas del Río Atoyac. Trascendió que el hoy occiso presuntamente se ahogó, cuando se encontraba realizando sus necesidades fisiológicas. El cuerpo se encontraba en estado de putrefacción.

El  hecho se registró ayer a las 11 horas, cuando personas que pasaban por el puente peatonal  California, que comunica con la Agencia de San Juan Chapultepec y las bodegas de fruta del Mercado de Abasto, reportaron al Servicio de Emergencias que en esa zona se desprendía un olor fétido.

De inmediato,  fueron movilizados elementos de la Policía Municipal y Estatal, para que se percataran qué era lo que pasaba en la zona,  los uniformados lograron ubicar a una persona que se encontraba al margen del río,  cuyo cuerpo se encontraba en estado de descomposición.

Al lugar arribó el agente del Ministerio Público de la Central de Abasto, quien inició las primeras diligencias, ordenando el levantamiento del cuerpo, el cual fue enviado al anfiteatro de la ciudad, para la práctica de la necropsia de ley correspondiente.

Peritos en las diferentes materias de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) lograron establecer que el sujeto tenía un pantalón debajo de las piernas y su chamarra estaba cubriendo parte de su rostro, por lo que se presume que se encontraba realizando sus necesidades fisiológicas,  resbaló y fue arrastrado por el agua, quedando atorado entre los matorrales.

Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) lograron ubicar cerca de la zona, a un grupo de personas integrantes del “Escuadrón de la Muerte”, quienes mencionaron que la víctima era de su grupo y  ya tenía un par de días desaparecido. Informaron que lo conocían como El Abuelo.

Al mismo tiempo, el fiscal en turno inició el acta penal por el delito homicidio en contra de quien o quienes resulten responsables de los hechos,  envió oficio de investigación a elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), para indagar sobre la muerte de este individuo.

Mientras tanto,  el cuerpo permanece en calidad de desconocido en el anfiteatro de la ciudad, en espera que sea identificado legalmente por sus familiares.