Al sacrificar, un solo vacuno produce hasta ocho litros de sangre (que normalmente se desecha), elemento que se coagula de forma natural. Teniendo en cuenta estos hechos y siendo aún estudiante de la University of Nottingham, el Arquitecto Jack Munro, concibió la idea de utilizar la sangre para facilitar la fabricación y solidificación de ladrillos. Comenzó a probar diversas mezclas, y finalmente logro una interesante formula, agregando un agente antibacteriano, arcilla y agua entre otros. Obteniendo como resultado un ladrillo color carmesí lo suficientemente fuerte para ser utilizado en la construcción de casas sencillas.

El producto es impermeable al agua y muy económico, por lo que se podría utilizar en zonas de escasos recursos, en vez del adobe hecho de arcilla, paja y agua¨. Comento Jack Munro.

En su tesis, Jack expuso como su invento podría beneficiar a los habitantes en las zonas mas marginadas de Egipto. Para tal efecto eligió zonas del desierto del Sahara afectadas por los cambios climáticos en ese país, donde las franjas de cultivo están siendo tragadas por el desierto debido a los cambios climaticos en el planeta.

Munro, esta contemplando construir en las dunas del desierto una pequeña casa fabricada con la mezcla que patento. Los ladrillos estarán hechos con el anticoagulante EDTA, sangre, una dosis de azida de sodio para detener el crecimiento de hongos y bacterias, y luego le adicionará arena y agua, posteriormente deberán ser  moldeados y cocidos en un  horno a 70 ° C durante solamente una hora.

Munro, reconoce que los ladrillos no serán tan fuertes como los ladrillos tradicionales elaborados con mescla de diferentes arcillas cocidos a altas temperaturas, pero asegura que serán lo suficientemente resistentes para ser utilizados en construcciones sencillas. 

La ventaja es que los ladrillos hechos de sangre de ganado tienen más barro como base que agua, he ahí el beneficio para quienes habitan zonas desérticas donde es escaso este vital liquido.