Por.- Javier Alvarez.
Hasta hace poco tiempo el abuso sexual infantil era un asunto al que no se le daba mayor importancia.
Todo aquel que abusa de un niño es un pederasta, aunque no necesariamente un pedófilo, lo que significa que puede llevar una vida sexual casi perfecta y mantenerse lejos de cualquier sospecha.
Entre los pederastas también puede haber pedófilos, estos son quienes se sienten atraídos únicamente por niños. Este tipo de pederasta siempre estará al asecho buscando relacionarse con menores sin importar el precio, es común que estos delincuentes busquen trabajos o actividades que les permitan estar cerca y en contacto con niños.
Los pederastas no sienten un gusto exclusivo por los niños, sino que cuando se les presenta la ocasión la aprovechan, de aquí que se les define como abusadores ocasionales. En este grupo estarían representados una buena parte de los familiares y de las personas cercanas al menor del que abusan. Que se les defina como abusadores ocasionales no quiere decir que supongan un peligro menor.
Un pedófilo no necesariamente pasa de ser pasivo a ser activo, entre los pedófilos pueden existir y de hecho existen los que están consientes de su desviado gusto y comportamiento, están consientes que su gusto no es correcto, sin embargo no pueden evitar sentir atraccion sexual hacia los niños.
Los pederastas, al contrario, no sienten empatía alguna. Incluso los pederastas/pedófilos justificarán sus actos y algunos todavía pretenderán que su comportamiento sea reconocido y normalizado socialmente.
En México, los delitos cometidos por inmundos sacerdotes Católicos Apostólicos Romanos, se ancuentran documentados cientos de expedientes por abusos sexuales cometidos en contra de menores de edad, documentados y denunciados ante las autoridades Judiciales que generalmente se mantienen archivados durmiendo ¨El Sueño de los Justos¨ por ser una secta que influye en la politica de Mexico. Los jerarcas Católicos han salido en defensa de su institución o secta, arguyendo que son casos aislados y que no se puede o debe juzgar a toda la iglecia porque no es la institución la que comete las agresiones.
A partir de la segunda mitad del siglo XX se incrementaron abiertamente el número de denuncias por abuso sexual infantil en todas sus variedades por parte de religiosos católicos romanos. Los casos de abuso sexual contra menores de edad por parte de sacerdotes católicos en México han sido denunciados desde hace décadas, aunque han sido pocos los que han culminado con una condena en contra.
En México cobra importancia particular el caso del delincuente Marcial Maciel (que ubicamos en la grafica del presente articulo) fundador de la Legión de Cristo. Maciel murió en 2008, entre acusaciones de abuso sexual contra varios seminaristas y niños y la exigencia por parte de las víctimas de que pidiera perdón, lo cual nunca sucedio.
Uno de los acusadores de Maciel fue el ex rector de la Universidad Anáhuac, Juan Manuel Fernández Amenábar, cuyo caso fue a dado a conocer por Alberto Athié Gallo. En 1997 nueve ex legionarios enviaron una carta pública a Juan Pablo II donde denunciaron abusos sexuales por parte de Maciel. Las acusaciones en contra de Maciel fueron negadas durante años por parte de la Legión de Cristo, que finalmente reconoció públicamente los crímenes realizados por su fundador.
En 2010, la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) dio a conocer una lista de 65 sacerdotes acusados en Estados Unidos de abuso sexual. Dichos sacerdotes salieron de ese país y se sabe que se encuentran protegidos en varias diócesis en México, algunos de ellos inclusive oficiando sus misas.
SNAP también ha presentado acusaciones contra Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, al que acusan de haberse coludido con John Mahony para proteger a varios de estos sacerdotes, pero particularmente en el caso de Nicolás Aguilar, procesado en Tehuacán, Estado de Puebla por abuso sexual contra por lo menos sesenta niños.
Las quejas contra el poderoso e influyente Rivera Carrera han llegado a los tribunales estadounidenses, la primera de ellas fue desechada porque el tribunal consideró que la materia de la demanda estaba fuera de su jurisdicción. La cuarta demanda contra el prelado mexicano fue presentada por SNAP ante un tribunal federal estadounidense en Los Ángeles (California). El acto fue minimizado por la Arquidiocesis Primada de México, que calificó la denuncia como "calumniosa", de "engaño mediático" y "populista".