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La periodista Carmen Aristegui era la única que faltaba en hablar en el conflicto entre Los Pinos y la empresa de medios MVS. Este viernes lo hizo. Lo que dice la conductora del principal noticiero de MVS es que todo lo que ella había afirmado cuando fue despedida, resultó cierto. Que querían obligarla a que no solamente suscribiera sino que públicamente, con su voz, difundiera una carta diciendo lo que ahora sabemos que decía: que Felipe Calderón Hinojosa no es alcohólico sino deportista.
Querían que públicamente se hincara ante un poder que, por otra parte, y esto no lo entendió nunca el gobierno de Calderón, es temporal. Con todo respeto para la figura presidencial, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa será Presidente de México hasta el 1 de diciembre de 2012. Carmen, y muchos otros como Carmen, estarán en la prensa mexicana durante un largo periodo más. Afortunadamente.
Aunque el fin de este gobierno se puede contar en semanas, es importante dejar claro que el episodio con Carmen Aristegui queda anotado. Se trataría del caso más grave de atentado contra libertades civiles y contra derechos de expresión desde tiempos del PRI. No puede ser abandonado. La señora Alejandra Sota Mirafuentes y el señor Javier Lozano Alarcón participaron de uno de los eventos más lamentables de nuestra naciente democracia.
Parece que la señora Sota se irá a dirigir un medio de comunicación, dicen. Y el señor Lozano, con toda certeza, será senador de la República. Pero no importa a dónde corran y bajo qué paraguas se protejan. El episodio con MVS no puede ser borrado. El sexenio de Felipe Calderón ha dejado huellas profundas en la sociedad mexicana (como los miles y miles de muertos de su guerra) y una de las mayores es, sin duda, este episodio que no ha sido aclarado a satisfacción.
Queda claro que Calderón no es deportista. Queda claro también que Lozano y Sota metieron la mano a nombre del Estado mexicano para condicionar a una empresa de medios y para presionar a una periodista. Lo que no queda claro es qué vamos a hacer, como sociedad, para que este tipo de eventos no se vayan simplemente al olvido y que quienes atentan contra un pueblo y sus libertades paguen el precio.