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Usted podría quedar decepcionado de ellos. La mayoría de los políticos que aparentan tener una gran fuerza en Twitter, le están mintiendo porque sus cuentas están cargadas de seguidores falsos o inactivos, según la herramienta Status People.

Es posible que muchos de ellos no se den cuenta que son seguidos por fantasmas de la red; que sean víctimas de simples motores que les dan seguimiento. Pero es más común que, tratándose de políticos y funcionarios públicos que manejan enormes aparatos de comunicación, hayan sido alimentados por cuentas falsas que sirvieron para aparentar gran popularidad.

El rey de las cuentas falsas e inactivas, en una breve lista de políticos “exitosos” en Twitter, es el ex Presidente Felipe Calderón. Lo siguen muchos fantasmas. En su cuenta de Twitter acumula 2 millones 560 mil seguidores, pero el 49 por ciento –el número más alto entre los seleccionados aquí– son de cuentas fake, mientras que el 39 por ciento corresponde a usuarios que están inactivos. Sólo 16 por ciento de su abultada cuenta de Twitter es real.

El Presidente Enrique Peña Nieto, dice Status People, sólo tiene 25 por ciento de seguidores activos y “buenos”. Un 38 por ciento de sus 2 millones y casi 100 mil seguidores son de cuentas inactivas, mientras que el 37 por ciento restante corresponde a usuarios falsos. A Andrés Manuel López Obrador le sale que 33 por ciento de sus seguidores son falsos. Otro 39 por cierto se trata de cuentas inactivas mientras que la herramienta sólo reconoce como cuentas activas y reales el 28 por ciento. AMLO tiene un millón 100 mil seguidores.

Al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, considerado por algunos como una especie de “vicepresidente” sin cartera, le salen mejores cuentas que a los últimos dos anteriores. El 40 por ciento de sus 230 mil seguidores de Twitter aparecen como “buenos”, en tanto que el 39 por ciento son cuentas inactivas y el 21 por ciento falsas.

El actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tiene 578 mil seguidores; el número seguirá creciendo, seguramente, porque recién inicia su mandato. Pero según Status People, el 27 por ciento de estas cuentas son falsas, un 37 por ciento están inactivas y sólo reconoce como buenas el 36 por ciento. Marcelo Ebrard Casaubón, ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, es uno de los políticos mexicanos que más seguidores tiene.

Entre sus 780 mil seguidores, un 40 por ciento son cuentas inactivas mientras que un 25 por ciento corresponde a falsas. Sólo el 35 por ciento son cuentas consideradas por esta aplicación como buenas. Las cuentas de algunos de los individuos más mediáticos del país corren con la misma suerte que los políticos anteriores.

Es el caso de Emilio Azcárraga Jean, a quien le aparecen como buenos sólo 22 por ciento de sus seguidores; del resto de su un millón 60 mil seguidores, 33 por ciento resultan falsos, mientras que un número altísimo, el 45 por ciento, se trata de cuentas inactivas. Carlos Slim Helú nunca ha tuiteado. Pero en su cuenta oficial le aparecen casi 240 mil seguidores y él sólo sigue a dos: a Marco Antonio Slim, su hijo, y a uno de sus hombres más cercanos, Arturo Elías Ayub.

Sin embargo, también tiene muchos seguidores falsos (22 por ciento) e inactivos (44 por ciento), y sólo 34 por ciento aparecen como buenos, dice la herramienta Status People. La herramienta, desarrollada por una empresa británica de gestión de redes, ha desenmascarado la supuesta popularidad en Twitter de políticos, artistas y deportistas de todo mundo. De acuerdo con expertos en sistemas, tanto Status People como TwitterAudita y Fake Followers permiten calcular el número de seguidores reales, falsos e inactivos que tiene una cuenta de Twitter.

Sin embargo, sus cálculos aún no son totalmente exactos, pues se basan en una muestra del total de seguidores y un algoritmo para determinar si tras ellos hay una persona o una máquina. Los desarrolladores han informado que ya están trabajando en un sistema para detectarlos con toda precisión, aunque estas herramientas pueden ofrecer un aproximado nada despreciable. “TwitterAudit recopila información pública de una muestra de 5 mil seguidores de tu cuenta y usa un algoritmo especial de puntuación para estimar cuántos usuarios son reales y cuántos son inactivos o posiblemente falsos”, dijo David Caplan, cocreador de TwitterAudit.

El resto de herramientas usan mecanismos similares y entre los parámetros que tienen en cuenta para diseñar el algoritmo están los tuits que publican o el número de cuentas a las que siguen. En Fake Followers, por ejemplo, si una cuenta tiene una radio de 50:1 entre gente a la que sigue y la que le siguen a ella, tiene muchas posibilidades de ser un fake.

Una forma de validar sus resultados es usar varias de estas herramientas a la vez. Aun así, aunque sus cifras exactas no coincidan, se pueden reforzar unas a otras. Con esto se puede comprobar que, entre los políticos a nivel internacional, Barack Obama tiene una legión de seguidores falsos entre sus 35.4 millones de followers. En TwitterAudit, descontados los inactivos, 51 por ciento de las cuentas que siguen al Presidente de Estados Unidos son probablemente fake. Mientras, en Status People se contabiliza hasta un 54 por ciento de cuentas falsas.