Ricardo Marín A.  

Cabe señalar que a pesar que un policía no debe solicitar una licencia a ningún conductor,  mas sin embargo si una identificación, municipales poblanos siguen llevándose paginas principales de los medios de comunicación.

Un  policía municipal capitalino,  recibió un balazo en el antebrazo izquierdo, ello cuando el mismo oficial dijo pretendía hacer una revisión de rutina a los ocupantes de un vehículo Nissan, color negro, el conductor fingió hacer un movimiento para sacar su identificación, pero lo que sacó fue una pistola la cual accionó en contra del uniformado.

Los hechos ocurrieron la madrugada de este domingo en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, en la calle Hombres Ilustres. De acuerdo con fuentes extraoficiales, al circular por el lugar los patrulleros de la policía municipal se percataron de un vehículo Tsuru 3, color negro, vidrios polarizados sin placas de circulación, razón por lo que le marcaron el alto.

El conductor del vehículo hizo caso omiso y comenzó a huir, con los otros ocupantes de la unidad. Los policías les dieron alcance y al bajar de la patrulla, en ese momento se acercó y pidió al conductor sospechoso que se identificara.

Haciendo un movimiento, como para sacar su identificación, el conductor del Tsuru, logró sacar un arma de fuego con la cual disparó al uniformado hiriéndolo en el antebrazo derecho, abajo del codo.

Ha trascendido que uniformado herido responde al nombre de Agustín Monroy, fue trasladado al Hospital de Traumatología y Ortopedia en donde fue intervenido quirúrgicamente, se sabe que su estado de salud es estable y su vida no corre peligro.

Cabe señalar que esta agresión, donde ahora corrió riesgo la vida de un policía,  deja claro la falta de entrenamiento serio y disciplinado  a los que visten el uniforme municipal, enfocando los últimos acontecimientos en la Romero Vargas donde cuando no son los policías los asesinos son ellos las victimas.

Esta agresión al policía en Ignacio Romero Vargas se suma a la ocurrida la semana antepasada en San Jerónimo Caleras, donde  un uniformado fue agredido por dos sujetos, que lograron apuñalarlo en la pierna izquierda, en el interior de la propia comandancia de policías de esa junta auxiliar. Hasta el momento se desconoce si en aquella ocasión intentaron robar las armas de la comandancia, o agredir directamente a los uniformados por alguna detención que hayan hecho. Lo cierto es que en sus declaraciones el policía agredido – por falta de personal, el único que estaba en la comandancia – señaló que los agresores gritaron amenazas contra los policías de las juntas auxiliares, por lo que se supone se dio la orden de no acudir a auxilios solos, pero esto parece fue desobedecido y nuevamente hay un policía que sufre las consecuencias.