Glob@l-México.- Desde 2002, año en que los centros de reproducción asistida comenzaron a atender como algo ya no tan inusual a mujeres solteras heterosexuales que deseaban ser madre y demandaban un tratamiento de fertilidad, el incremento ha ido aumentando anualmente, llegándose a incrementos del 100%, según datos estadísticos de los centros afiliados a Anacer (Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida).

Cerca del 40% de las mujeres que se someten a estos tratamientos lo hacen solas. Es más, en palabras de la doctora Carmen Calatayud, del centro de reproducción asistida CREA Valencia, cada vez son mas jóvenes las mujeres solas que recurren a los tratamientos de fertilidad y, “la demanda de estos tratamientos por mujeres extranjeras sin pareja, sobre todo procedentes del resto de Europa. ha ido también en aumento cada año, no solo debido a que la Ley española es menos restrictiva, sino también a los buenos resultados que ofrecen los centros de reproducción asistida en España.

El hecho de que la mujer esté más concienciada en acceder a un tratamiento antes de los 35 años facilita las posibilidades de embarazo, ya que la fertilidad cae en picado a partir de los 40 años, edad en la que unos años atrás era más que habitual en las mujeres sin pareja. De hecho cada vez son más los niños nacidos por donación de gametos como consecuencia del retraso de la mujer en la maternidad. Lo que hace que, según Catalayud, “la donación de gametos sea cada vez más asimilada como algo natural y por eso mismo ha aumentado la demanda de mujeres jóvenes para ser donantes, pero hay que cumplir muchos requisitos para poder serlo y las clínicas vienen a aceptar solo un 20% de las candidatas; esto significa que el 80% no consigue superar al 100% todas las pruebas de fertilidad”.

Tratamientos que no dejan de ser muy caros y que no siempre cubren la Seguridad Social, sobre todo en mujeres solteras o parejas de mujeres. Es más, recientemente se ha hecho pública la posibilidad de que los tratamientos de reproducción asistida desaparezcan de la cartera de servicios de la Sanidad Pública como consecuencia de las duras medidas y recortes a consecuencia de la crisis.

Los centros afiliados a Anacer contemplan un incremento de pacientes si esto llegase a producirse, lo que no necesariamente conllevará un abaratamiento en la sanidad privada porque “estos tratamientos son caros porque todo lo necesario para realizarlo es muy costoso. Partiendo del material fungible que debe ser embriotestado, los medios de cultivo, el aparataje, la medicación. Es decir, valen mucho dinero desde su base y solo si esta fuese más económica, se podría abaratar el coste final del tratamiento.

No se trata de una decisión que dependa de que el centro sea privado o público, sino de los costes tan elevados que suponen montar y mantener una unidad de reproducción asistida y cada uno de los ciclos de tratamiento. El que lo esté cubriendo la sanidad pública no quiere decir que les sea rentable, pues el coste es el mismo para todos”.

Por otro lado, clínicas como CIRH han notado un breve descenso desde 2009 en lo que concierne a tratamientos de inseminación artificial con donante, mientras que el porcentaje relativo a mujeres que tienen por pareja otra mujer ha incrementado de forma importante desde 2002. Posiblemente esto sea debido a la edad de las mujeres que acuden a la clínica solas se aproxime más a los 40 ; mientras en las mujeres con pareja femenina es más cercana a los 30, lo que se puede deber a que “las mujeres solteras heterosexuales postergan la decisión hasta última hora en espera de poder tener un hijo en pareja; aunque cierto es que cada vez la decisión se toma antes y se deja de esperar antes al príncipe azul”.

La edad es muy importante y, el hecho de que las mujeres con pareja femenina acudan a edades más tempranas da como resultado una tasa más elevada en embarazos por inseminación artificial con donante o por fecundación in Vitro y que las mujeres sin pareja recurran más a la donación de óvulos cuando sobrepasan los 40 años.