PHOENIX .- Un niño hondureño de 1 año vestido con una camisa verde tomaba leche de un biberón, jugaba con una pequeña pelota guinda que se encendía a cada rebote y pedía agua ocasionalmente. 

En unos minutos llegó su turno para comparecer ante un juez de inmigración en Phoenix, que apenas podía contener su incomodidad durante la parte de la audiencia en la que pregunta a los inmigrantes acusados sin han entendido los procedimientos.  

Me avergüenza hacer la pregunta, porque desconozco a quién se la explicarían, a menos que crean que un niño de 1 año puede aprender la ley de inmigración, manifestó el juez John W. Richardson al abogado que representa al menor.

Los detractores de la inhumana ley, han censurado el sistema de las cortes de inmigración de EU que obliga a los menores aun si están en edad de usar pañales a comparecer ante jueces y seguir los procedimientos de deportación mientras están separados de sus padres.

Los menores no tienen el derecho a tener un abogado asignado por la corte y 90% son regresados a su país de origen sin la intervención de un defensor, según la agrupación Kids in Need of Defense, que les provee representación jurídica.