La Policiaca

El velador de un rancho y un presunto delincuente resultaron muertos, luego de que, al forcejear ambos, se disparó una pistola, cuyos impactos de bala se incrustaron en sus cuerpos, hiriéndolos mortalmente.

Los sangrientos hechos sucedieron la madrugada de ayer, a las 4:40 horas, en el rancho El Molino, propiedad de Alejandro Mojica, ubicado en el barrio Tlachiquetl, a orillas de un tramo de la carretera San Agustín Metzquititlán-Santa María Xoxoteco, a escasos 500 metros de esta cabecera municipal.

De acuerdo con los primeros informes policiacos, el supuesto asaltante junto con, al parecer, otras dos personas, llegaron al citado predio y luego de envenenar a cinco perros, forzaron una reja de metal para poder abrir una ventana de la casa-habitación del rancho, por donde se introdujo uno de ellos.

En ese momento el velador del lugar, Esteban Zenteno Bravo, de 41 años, se percató de la presencia del maleante. Al tratar de detenerlo, ambos forcejearon y de pronto se escucharon varios disparos de arma de fuego, cuyos impactos se incrustaron en sus cuerpos.

Al verse herido de gravedad, ya que un disparo le pegó en la tetilla izquierda, el velador de inmediato caminó hacia la habitación que moraba y se tendió en la cama, donde finalmente falleció, luego de frustrar el robo al rancho que cuidaba.

Mientras, el sujeto herido, también en la tetilla izquierda, así como en parte del abdomen y con un rozón de bala en la cabeza, quien permanece como desconocido, logró salir de la vivienda y, al parecer, auxiliado por sus presuntos compañeros, fue llevado a orillas del arroyo del Cepillo, donde después de colocarle dos sudaderas bajo su cabeza, lo dejaron abandonado y desangrándose bocarriba, pereciendo minutos más tarde.

Después de los fatídicos hechos, arribaron al lugar elementos de Seguridad Pública Municipal de San Agustín Metzquititlán, al mando de su director, Cornelio García López, quienes se percataron que sobre la cama de una pequeña vivienda yacía sin vida el velador del rancho.

Asimismo, al iniciar un operativo de localización en los alrededores, hallaron el cadáver del supuesto delincuente, quien, al parecer, fue abandonado por sus compañeros de fechoría, quienes se fugaron y, posiblemente, llevándose el arma del doble homicidio, porque no se localizó por ningún lado donde se perpetró el frustrado robo.

Cerca de la vivienda del rancho y bajo un frondoso árbol de nogal, también fueron encontrados los cuerpos sin vida de cinco perros, animales que quedaron esparcidos uno cerca del otro, luego de haber sido envenenados por los malhechores.

En el sitio donde forcejearon el velador y el presunto ratero, igualmente se localizaron varios casquillos del arma disparada, la cual se presume es de calibre 32.

Al lugar de los hechos arribó personal de la Coordinación de Investigación y el agente del Ministerio Público Julio César Valencia Monterrubio, adscritos al distrito judicial de Metztitlán, quienes iniciaron las diligencias de ley..

Posteriormente, el representante social ordenó el traslado de los dos cadáveres, quienes a bordo de una ambulancia fueron llevados al anfiteatro local de Metztitlán para practicarles la necroscopia y determinar la causa de sus muertes.

Por otra parte, agentes de la Coordinación de Investigación, Grupo Metztitlán, iniciaron las pesquisas correspondientes a propósito de dar con el paradero de los presuntos hampones que huyeron, así como del arma utilizada para dar muerte al infortunado velador y a uno de los frustrados rateros.

El velador Esteban Zenteno Bravo fue identificado por su esposa Gloria Moreno Zenteno, quien solicitó ayuda policiaca enseguida de los sangrientos hechos. El extinto dejó en la orfandad a sus cinco menores hijos, de 13, 10, ocho, seis y un año y seis meses de edad, respectivamente.