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3 Socorristas  de la Cruz Roja Mexicana delegación Oaxaca, fueron víctimas de agresiones físicas y verbales el sábado pasado, luego de acudir a una llamada de auxilio en la colonia Pintores en donde fueron atacados por los familiares de una persona fallecida en el interior de su domicilio, finalmente con lesiones de consideración en la cabeza los elementos fueron atendidos en la institución médica a la que pertenecen.

Eran las 10:45 horas, cuando a la cabina de control C2 de la Policía Municipal capitalina, fue recibida una llamada de auxilio en donde los solicitantes señalaban que en la carretera antigua a Monte Albán se encontraba una persona derribada.

Al lugar fueron movilizados paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, quienes a bordo de la unidad 042, arribaron a la zona señalada, precisamente en la vivienda localizada en calle Mexicas, entre Chontal y Triquis del fraccionamiento Colinas de Monte Albán.

Al  llegar al lugar un médico particular había certificado el deceso del paciente, por lo que los socorristas se retiraban del lugar cuando fueron interceptados por supuestos familiares del occiso, quienes los agredieron  a patadas y golpes en distintas partes del cuerpo.

Luego de dar aviso a  su base sobre lo ocurrido los paramédicos se dirigieron a la institución  para ser atendidos por las lesiones presentadas mientras que elementos de la Policía Municipal sólo hicieron presencia, ya que la zona es señalada como peligrosa.

Se estableció que el occiso, se había desmayado en el interior de su baño, por lo que familiares lo trasladaron hasta su cama.

Trascendió que el hombre padecía de diabetes y tenía más de una hora de permanecer inconsciente.

Se espera que en las próximas horas las autoridades correspondientes del Sector Metropolitano que fueron notificados  de lo ocurrido, tomen cartas en el asunto y se pueda dar con la ubicación, así como la captura de los presuntos agresores, quienes tras cometer su fechoría aún gozan de libertad, mientras los socorristas malheridos continúan con su labor altruista

Fuente: El Imparcial