Sin Embargo


Las  miradas del mundo entero están centradas en el corredor sudafricano Oscar Pistorius, el único atleta amputado que participa actualmente en los Juegos Olímpicos de Londrés. Las expectativas están puestas en las pruebas de 400 metros planos y relevos 4 X 400, en donde el llamado “Blade runner” pondrá a prueba sus extremidades tecnológicas. Pistorius, de 25 años de edad participa por primera vez en unos Juegos Olímpicos como deportista no considerado paralímpico, por lo que el morbo estará presente en sus participaciones.

El atleta africano probará por fin, en una competencia oficial si sus prótesis (una especie de cuchillas en forma de J de fibra de carbono y 2 kilos de peso), las Cheetah (guepardo) Flex-Foot, son capaces de superar a los mejores atletas del mundo con sus dos extremidades inferiores completas.

Sin embargo, a pesar de lo que se ha dicho desde su llegada a Londres, Pistorius no es el primer atleta con alguna discapacidad física en participar en unos Juegos Olímpicos. Ha habido casos de atletas con algún tipo de impedimento que han sido destacados competidores, aunque el caso del sudafricano destaca por ser el primero que utiliza prótesis para poder participar.

Olivér Halassy jugó en tres equipos olímpicos de Waterpolo y ganó dos medallas de oro y una de plata a pesar de que una de sus piernas había sido amputada por debajo de la rodilla luego de sufrir un accidente de tránsito a la edad de 11 años.

Lis Hartel fue una de las primeras mujeres a a las que se les permitió competir contra hombres en equitación. A pesar de que estaba paralizada de las rodillas hacia abajo debido a un a un ataque de polio cuando ella tenía 23 años, Hartel aprendió a montar sin utilizar los músculos afectados al grado de llegar a representar a Dinamarca en los Juegos Olímpicos de 1952 donde ganó la medalla de plata.

ldikó Rejtö era sorda de nacimiento, cuando comenzó a practicar esgrima a los 14 años de edad los instructores se comunicaban con ella por medio de recados escritos. Rejtö compitió en cinco olimpiadas, ganando dos medallas de oro, una de plata y dos de bronce, y además tiene la distinción de ser la única atleta de los olímpicos de verano en haber subido al podio usando tres nombres diferentes, ya que se casó dos veces a lo largo de su carrera.

En las olimpiadas de Los Ángeles 1984, el tercer relevo del equipo olímpico estadounidense de nado en la categoría de 4 × 200 metros estilo libre fue Jeff Float. Él nadador carecía del 80% de su capacidad auditiva en el oído derecho y 60% en el izquierdo, luego de que padecer meningitis a los 13 meses de edad. A pesar de todo, se colgó una medalla de oro.

A pesar de finalizar en el lugar 35 de su disciplina, la arquera neozelandesa, Neroli Fairhall, fue la primera atleta que participo en unos Juegos Olímpicos después de haber competido previamente en los Juegos Paralímpicos, ayudada por una silla de ruedas, luego de que un accidente en motocicleta la dejara paralítica de la cintura hacia abajo.