Iván Maldonado.-
España no se cansa de ganar, y deja claro que es el equipo de la década y aun más claro que es la selección número uno del mundo.
Con cuatro goles hechos a base de pases y con una selección Italiana desconocida y muy debajo de su nivel que mostro en la semifinal en la que dejo fuera a los alemanes, los españoles desde el primer minuto dominaron y en una jugada bien fabricada Fábregas deja a un defensa atrás y manda un centro que el chino Silva mandaba al fondo con un concreto cabezazo al minuto 15 los españoles ya tenían un gol de ventaja.
Entonces Italia recordó lo que se jugaba. Tomó la pelota, comenzó a manejar y en el trámite Chiellini pagó las consecuencias de la batalla al irse lesionado. Balzaretti entró y mejoró el esquema, en un tiro de esquina Iker Casillas sale para quitarle la pelota de la cabeza a Mario Balotelli, al tiempo que Cassano, Motolivo y Marchisio probaban con tiros de media distancia para encontrarse una y otra vez al muro madridista, al minuto 41 Jordi Alba arranco desde la media cancha y con una gran velocidad dejo atrás a los defensores para que Xavi Hernández con un pase a su espalda lo dejara mano a mano con Buffon que nada pudo hacer contra una gran definición, España era amo del partido.
Para la segunda parte Prandelli mandó a la cancha a Di Natale y aunque tuvo un remate de cabeza y un mano a mano con Iker, la suerte de Italia estaba echada.
España se dedicó a pasear la pelota y a terminar la historia como hace cuatro años. Fernando Torres que había ingresado de cambio recibió otro excelso pase de Xavi para poner el momentáneo tercer gol y un par de minutos más tarde el pase para que Juan Mata con dos minutos en la cancha colocara el contundente y realista 4-0 que marca la diferencia entre España y los demás.