Uno de los crímenes fue cometido a plena luz del día. Según versiones policiacas, a la 1 de la tarde, Benjamín Hernández Lorenzana, de 40 años, caminaba por la calle Andrés de Urdaneta cuando fue interceptado por un hombre que le disparó en tres ocasiones a quemarropa y huyó a bordo de una motocicleta con su cómplice.

La víctima iba vestido de civil, pero se informó que era policía preventivo y que participaba en el paro laboral afuera de la Secretaría de Seguridad Pública municipal.

Los vendedores de los negocios cercanos no cerraron pero se mostraron temerosos y consternados ante el asesinato, a pesar que a una cuadra se ubica la avenida Costera donde hay presencia de efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería Nacional.

Dos patrullas del Ejército llegaron y cercaron la avenida Urdaneta en espera de policías del estado que se presentaron 40 minutos después. Los trabajadores del Servicio Médico Forense lo hicieron luego de 30 minutos.

Durante las diligencias no se encontraron casquillos percutidos, pero se informó que la víctima recibió tres disparos, dos de ellos en la cabeza y otro en la espalda.

Minutos después, un tráiler dio vuelta en Urdaneta para incorporarse a la calle Gabriel Avilés, cuando chocó con la parte de atrás del vehículo una de las patrullas del Ejército, por lo que soldados rodearon la unidad y le apuntaron con sus armas. El chofer se bajó del vehículo y fue arrestado.

En otro caso y de forma simultánea, tres hombres fueron asesinados a balazos dentro de una vivienda en la colonia Ecologista, ubicada cerca de la caseta de la Policía Federal, por la colonia La Mica.

Efectivos del Ejército y policías del estado llegaron a las calles de terracería Bogotes y Laureles, de dicha colonia ubicada por la terminal de camiones de La Mica, e ingresaron a una casa donde encontraron a tres hombres asesinados.

Una de las víctimas tenía 17 años y se llamaba Osvaldo, y los otros eran Fabián Sánchez León, de 24 años y Jonathan Ávila Palma, de 25. Ambos quedaron a un costado de la vivienda.

Según testigos, Fabián y Jonathan llegaron a dicha casa y minutos después Osvaldo, y comían cuando fueron atacados. En la casa estaban también una señora y una niña.

Según los primeros reportes, los tres hombres habían cometido un asalto y lograron un botín de 30 mil pesos, por lo que fueron seguidos hasta su vivienda donde los ejecutaron.

Los cuerpos fueron tapados con sábanas y colchas y en las diligencias, peritos de la Fiscalía Regional y un agente del Ministerio Público encontraron ocho casquillos percutidos calibre 9 milímetros en el patio.

Hasta las 2:30 de la tarde, trabajadores del Servicio Médico Forense (Semefo) no acudían a la vivienda a levantar los cadáveres, pero según los familiares no los entregarían.

Otra de las ejecuciones ocurrió a las 7 de la mañana en la carretera que comunica de La Sabana a Las Plazuelas, donde un hombre fue hallado muerto dentro de un taxi colectivo.

Policías del estado llegaron a unos 300 metros del río de La Sabana y encontraron el taxi colectivo amarillo con blanco de la ruta Coloso, con placas de circulación 4493-FFY y número económico 893, a un costado de la vía.

Los agentes revisaron la unidad y adentro encontraron a un hombre con disparos en la cabeza.

Según el informe policiaco, la víctima era el chofer Luis Humberto Paz García. Aunque según versiones policiacas fue policía preventivo y tenía unos 15 días de haber aceptado su liquidación.

Los cuerpos fueron levantados y trasladados a las instalaciones de Semefo para los trámites legales.

El lunes, un asesinado afuera de un bar del Centro

En otro hecho distinto, el lunes por la noche un joven, de quien no se informó su nombre, fue asesinado a balazos afuera de un bar en la colonia Centro.

Policías del estado y ministeriales llegaron a la calle Aquiles Serdán y afuera del bar Venus encontraron a un hombre tirado boca abajo y con disparos en la cabeza. A unos metros del lugar fueron hallados dos casquillos nueve milímetros regados.

Al lugar llegó un familiar que lo identificó como Jonathan Catalán Díaz, de 23 años.

En Ciudad Altamirano, el alcalde de Zirándaro, Marcial Cárdenas, no se presentó al encuentro con el gobernador Rogelio Ortega, y envió representantes, quienes más tarde confirmaron que el presidente municipal atendía el secuestro de su esposa, la señora Graciela Herrera Miranda.

De acuerdo con la versión que llegó al personal de seguridad del propio gobernador, y a quienes encabezan el operativo de Tierra Caliente, la esposa del alcalde venía de Chilpancingo y al parecer entre Teloloapan y Arcelia se les perdió la pista.

Los hechos se dieron este fin de semana. Una versión señala que ya hay negociaciones y que el propio alcalde de Zirándaro encabeza los acuerdos.

 

 

*Vía: Agencias/ElSur