Ricardo Marín A.-

Gilberto Lozano Ávila, quien estaba certificado como policía municipal capitalino, y homicida que dio muerte al joven padre de familia de un disparo en la espalda en la colonia Ignacio Romero Vargas el pasado fin de semana, no estaba capacitado ni tenia la experiencia  para vestir el  uniforme ejercer como policía con portación de arma de fuego ya que hace escasos seis meses era agente de transito.

Esta información importante para la sociedad poblana fue omitida en las declaraciones oficiales y boletines de PRENSA enviados por los titulares de esta dependencia, trascendiendo los dicho luego que Lozano Ávila fuera internado al reclusorio de San Miguel, por el delito de homicidios simple, ramificando  que Lozano Ávila nunca fue policía.

De acuerdo con fuentes cercanas a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), el uniformado perteneció al Escuadrón de Motociclistas de Vialidad y era el encargado de llevar a reparar las motos de sus compañeros.

Ávila  fue incorporado a la Policía Municipal el pasado mes de noviembre de 2011, cuando la SSPTM anunció que la agrupación de los 70 motociclistas de tránsito desaparecería para evitar que sus elementos continuaran extorsionando a los ciudadanos. De esta manera, los 70 agentes fueron asignados al Grupo Centauros, con el argumento de reforzar  la vigilancia en la capital.

 

Según las fuentes y testigos, Lozano habría declarado que, el pasado sábado por la noche, él y sus compañeros pretendieron extorsionar  automovilistas en la colonia Ignacio Romero Vargas, para entregarle el dinero al jefe del Grupo Centauros, Víctor Manuel Martínez Ramírez, quien presuntamente les pedía una cuota diaria de 200 ó 300 pesos.

Fue así que abordaron a los tripulantes de una camioneta tipo pick up color  negro, al parecer por conducir dicho vehículo en estado de etílico, y pretendían hacer lo mismo con los de la unidad de publicidad móvil, en la cual viajaba el hoy fallecido Rodolfo Loera Zenteno, de 26 años, quien recibió un impacto de bala en la espalda.

No obstante, Lozano y sus compañeros se habrían desesperado porque no podían concretar su propósito ya que no funcionaba su estrategia de extorción,  y por ello, sin prever lo que sucedería después, dispararon contra la camioneta de publicidad, al ver que ésta seguía su camino.

Al percatarse de lo que habían ocasionado, los moto patrulleros,  se retiraron y horas después fueron presentados a declarar ante el Ministerio Público.

Luego que las autoridades de la SSPTM tuvieran conocimiento de lo anterior, decidieron “cortar la cabeza” de Martínez Ramírez y lo destituyeron el pasado domingo dejando en su lugar al comandante Pablo Fernández.

Las fuentes consultadas manifestaron que los ex agentes de tránsito que hoy realizan labores de policías no han recibido la capacitación adecuada ni de los instructores adecuados, ya que los que presuntamente los capacitan sufren de grandes problemas psicológicos  para desempeñar ese oficio y por lo tanto ya hay consecuencias.