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Los federales que se encontraban detenidos desde el viernes en la delegación de la PGR del Estado de  Morelos, fueron trasladados a la Capital del País por estar involucrados en el ataque al vehículo con placas diplomáticas, donde fueron lesionados 2 individuos de origen Estadounidense al parecer de la CIA y un miembro de la  Marina mexicana.

Los elemento de la PFP enfrentan los cargos de abuso de autoridad, daño en propiedad ajena, lesiones, abuso de la función pública y homicidio en grado de tentativa, dijo a CNN México el abogado Marco Aurelio González.

Familiares de los detenidos comentaron a este medio que los 12 policías han sufrido “tratos inhumanos”, además, afirman que todo indica que existe presión por parte de las autoridades estadounidenses para sancionar a los policías.

El Lic. Ricardo Monterosas Cisneros, abogado de los policías señaló que sus defendidos cumplieron con su deber al disparar contra de la camioneta, pues sus tripulantes desobedecieron la orden policiaca de detenerse.

Monterosas Cisneros dijo que el arraigo impuesto es inconstitucional, toda vez que los actos en los que incurrieron sus defendidos no están contemplados como delincuencia organizada.

Según la embajada de Estados Unidos, dos de sus empleados, acompañados de un capitán de la Secretaría de Marina, se dirigían a un lugar de entrenamiento en Morelos cuando fueron “emboscados”.

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reconoció en un comunicado de prensa, sin ofrecer mayores detalles, que los policías dispararon contra el vehículo blindado y con placas diplomáticas mientras buscaban a un grupo de presuntos criminales.

El vehículo se dirigía a un campo de entrenamiento de la Marina en el municipio de Xalatlaco, Morelos, cuando ocurrió el incidente, según la Secretaría de Marina el vehículo recibió múltiples impactos de bala de alto calibre en las ventanillas delanteras rompiendo inclusive el alto blindaje de la unidad Diplomática.

El gobierno de USA, a través del Departamento de Estado, confirmó que están llevando a cabo investigaciones conjuntas con México del incidente.

Este es el tercer hecho de este tipo en los últimos años que involucra a personal estadounidense en territorio mexicano.

En 2010, una empleada del consulado de Estados Unidos, su esposo y otro hombre murieron en un ataque en Ciudad Juárez.

Mientras que en 2011, un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos murió y otro quedó herido en un ataque en una autopista de San Luis Potosí atribuido al grupo delictivo de Los Zetas.