Por Marco Antonio Márquez - Definitivamente se avecinan tiempos de tempestad y de incertidumbre en la economía de México y por ende para los bolsillos de todos los mexicanos que sufrimos día con día la búsqueda incansable de los dineros. Se ven caras de preocupación en los encargados de manejar las finanzas gubernamentales de nuestro país, hace apenas unos días Agustín Carstens Gobernador del Banco de México, explicaba a los medios de comunicación que México se encontraba preparado para los cambios bruscos que se reflejan en Bolsas Bursátiles del mundo, pero que se esperaban también recortes presupuestales en muchos rubros gubernamentales, lo que significa que todos y cada uno de los mexicanos, viviremos una época de mayor desempleo, lo que por desgracia conlleva delincuencia, migración, analfabetismo, pobreza, en resumen un caos social que por supuesto afectará más a las clases menos protegidas.

No es ser pesimista ni cuestión de prestidigitación futurista el afirmar que el 2017, será un año de muchos problemas financieros, pues aun y cuando los economistas nos dicen que nuestro país ha ido creando un soporte para afrontar estas tormentas financieras, los mexicanos de a pie, somos los que vivimos en carne propia los incesables incrementos en los insumos básicos de la vida diaria, ¿O a poco usted cree, que a los Diputados, Senadores, Secretarios, Gobernadores y de más vividores del presupuestos les afecta el incremento de la gasolina, pasajes, peaje de carreteras, telecomunicaciones, colegiaturas, útiles y muchísimos más factores que nosotros tenemos que afrontar para nuestro día a día? No, créame que para este sector así como el Bancario o empresarial, los problemas terrenales que sufrimos no son un tema diario de conversación, las repercusiones directas las padecemos la clase obrera.

Se ve un panorama difícil y es lamentable, pero es tiempo de ir pensando que no podemos seguir cargando sobre los hombros de millones de mexicanos el costo y privilegios que gozan unos cuantos, el Gobierno Federal, así como las cámaras de Diputados y Senadores, deben por obligación moral, establecer mecanismos que permitan ahorrar esos recursos que le quitan a las políticas públicas de ayuda social y evitar que se genere una oleada de desempleos; deberían reducirse los estrafalarios sueldos, los insultantes viáticos, los gastos de gasolina, telefonía y muchos privilegios que se dan por el hecho de “representar al pueblo” , con eso se generaría un ahorro de recursos mucho muy considerable para que se afrontara esta crisis, no se puede tener a un pueblo muriendo de hambre con una clase política en la opulencia.

No olvidemos la historia de este México vivo, que cansado de los abusos de sus gobernantes y de las clases elitistas, un día despertó y enfrento con arrojo a ellos en vos de conquistar mejores condiciones de vida, ya se ha visto en esta era moderna como un pueblo habido de mejores condiciones sociales y laborales derroca gobiernos y exclama libertad.

Definitivamente lo que viene no conviene, el 2017 se vislumbra como un año de retos y espero que no sea yo un ave de mal augurio, pero también se siente en el aire un hartazgo de la gente que no es más que el cansancio de los que seguimos soportando la injusticia, la corrupción, el lastimoso y cínico  enriquecimiento de los que se ufanan como representantes del pueblo.

Venezuela, Brasil, España y muchos otros países seguro han de extrañar el pasado y pensar mucho en el “Hubiera”, aun y cuando se dice que no existe; pero lo hecho, hecho esta y no se puede remediar.

“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”

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