Salvador Montoya Moya por tercera ocasión no da la cara a los representantes de la manifestación por la inseguridad imperante en Teoloyucan. El escurridizo munícipe ayer-como en otras ocasiones- se las ingenió para no encarar a los indignados manifestantes que en número superaban los 700, dejando las puertas de la presidencia municipal cerradas con cadenas y candados para que nadie pudiera entrar a dialogar, custodiada por elementos policiacos de ese municipio y diferentes funcionarios públicos de cierto nivel.

 

Es importante mencionar que a falta de respuestas respetuosas y oportunas por parte del munícipe, los habitantes podrían tomar otras iniciativas que llevarían a Montoya incluso a dejar el cargo.


Hace escasamente dos semanas que Montoya Moya se comprometió a recibir a una comisión integrada por reconocidos habitantes del municipio, incluso a víctimas y familiares de la ola de violencia que azota la población. Es el caso que ahora por aparente temor rehúye dialogar con ellos escondiéndose, algo que no es propio de un político o servidor público profesional, cuerdo, inteligente y valiente.


Cabe mencionar, que en la única entrevista y reunión que concedió a los quejosos, se comprometió a dar de baja a los mandos policiacos en menos de 5 días, algo que si cumplió, de antemano sabemos y él también, que esa no es la solución, sin embargo los manifestantes así lo pidieron y obvio, él encantado, en pocas palabras se la pusieron fácil, destituir para después contratar a otros que podrían ser igual o peor que los primeros fue su mejor salida, no así la solución al problema.

 

Además se comprometió ante la comisión a traer al ejército para patrullar las calles del municipio, algo que han llevado esporádicamente, obvio el funcionario público nunca dijo por cuánto tiempo estarían patrullando los elementos castrenses, en la práctica sabemos que esos patrullajes y presencia disuasiva no duran más de 15 días para luego retirarse y dejar las cosas tal cual las encontraron, además esas “estrategias" ya no asustan a los malosos, ya saben que los soldados no tienen la capacidad, para muestra, basta voltear a ver los resultados en los estados donde hacen fuerte presencia.

Después de despedir a los anteriores mandos, para cubrir la vacante en el cargo de más alto rango dentro de la comisaría municipal, contrató a un encargado de despacho, de quien se desconocen antecedentes laborales y/o experiencia en temas de seguridad, incluso no se ha hecho público su nombre, se desconoce bajo que estrategias pondrá a trabajar a los elementos de dicha comisaría, se ignora si cuenta con un proyecto o va a trabajar “al topón” mejor entendido por el “aì se va”, o posiblemente al carecer de una estrategia no le quedara más que preguntarle a los arrastrados y gordas como se hacen las cosas en esa sensible área, y obvio lo orientaran a la vieja usanza.

Es claro que mientras Teoloyucan no cuente con un proyecto de seguridad hecho a su medida y quien lo ejecute al pie de la letra, acompañado de la infraestructura necesaria que requiere la corporación policiaca, las cosas en la materia no van a mejorar. Para que se empiecen a resolver, se requiere tomar en consideración diferentes factores que permitan determinar el origen-solución del problema, como: el tamaño del territorio, densidad poblacional, composición social, índices delincuenciales, tipo de delitos, forma de operar de los delincuentes, lugares y horarios de las zonas de incidencia delictiva, entre otros.

Uno de los principales factores que influyen en el problema de seguridad, es la falta de policías, para determinar la cantidad mínima que debe tener cualquier población en el mundo, existe una recomendación un tanto simplista de la ONU (sin tomar en cuenta la formula de goode), en la que recomienda un mínimo de 2,8 policías por cada mil habitantes.

Tomando en consideración la cifra inexacta de habitantes que menciona el INEGI para Teoloyucan de 75 mil aproximadamente, y apegándose a la recomendación de la ONU deberían tener 210 elementos por turno, no 210 divididos entre dos de 24 por 24 horas, es decir; se requieren 420 policías.

La realidad es que Teoloyucan cuenta con 98 registrados ante  la SSC mismos que se dividen en dos turnos de 24 por 24, quedando 49 por turno, si tomamos en cuenta que mínimo dos se quedan atendiendo la base de radio, dos más haciendo las veces de  jefes de turno en las instalaciones de la corporación, dos secretarias, dos más vigilando las puertas de entrada a las instalaciones de la presidencia, menos los elementos que no están en servicio por diferentes motivos como por enfermedad y/o escoltas de funcionarios, incluyendo al propio Montoya y familiares, quedan no más de 35 en activo por turno, cantidad que en nada se acerca a lo que debería de ser. Sumando a lo anterior, el parque vehicular se encuentra en pésimas condiciones. Entre otros muchos factores que no se han tomado en consideración por quien debiera.

Para desgracia de los habitantes de Teoloyucan, para Montoya fue más cómodo no escuchar a los manifestantes, indebidamente el edil no buscó en su momento cuando los tuvo enfrente, darle el orden que se requiere en cualquier mesa de trabajo, sabemos que dentro de los integrantes de la comisión existe gente con mucho ánimo y capacidad para resolver, posiblemente más que quien debiera por obligación, incluso, ellos cuentan con un proyecto de solución elaborado justo a la medida de la problemática, listo para iniciar con las respuestas adecuadas al problema.

A esta altura de la administración, el munícipe y demás integrantes del Honorable Ayuntamiento, ya se dieron cuenta que para hacer un buen gobierno, no basta darle al pueblo pan y circo. Que se gobierna con respeto, proyectos a corto, mediano y largo plazo, conocimiento, ética, constancia, gestión y por no dejar de mencionar con HONESTIDAD.

Aclaramos que en el presente no hemos mencionado los nombres de los familiares de las victimas de secuestro, homicidio, robos y extorción por su seguridad. Asimismo, nos quedamos cortos en explicar todo lo que comprende la solución al problema tratado, pero prometemos continuar comentando sobre el tema.