Julio Manuel L.

Los migrantes son el tercer grupo más discriminado en México, el primer lugar lo ocupan los indígenas. Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENEDIS) siete de cada 10 mexicanos rechaza a sus migrantes.

Para la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Matamoros, en voz de su Vicepresidente de Asuntos Internacionales, Gerardo Acevedo Danache, la situación es irónica pues los migrantes mexicanos en Estados Unidos enfrentan abusos y malos tratos y, en su país de origen sufren lo mismo y además son vistos con recelo y rechazo social.

Para nadie es ajeno, que delincuentes y hasta las mismas policías municipales y federales, se la pasen agrediendo y asaltando a los migrantes -ya sean mexicanos o de otros países- en su peregrinar a la frontera norte de México para cruzar a Estados Unidos en busca del mortal "sueño americano".

En su "ruta" hacía la frontera en tren o autobús, para todos es sabido como son vejados por las autoridades, y hasta por personas que los agreden, solo por el simple hecho de ir en busca del sueño americano, pues piensan que todos son delincuentes.

La situación es la misma, cuando los migrantes fueron expulsados de Estados Unidos, o ellos mismos decidieron volver a su país a poner su negocio y continuar con su vida, allí es cuando empieza su viacrucis más sentido, ya que además tienen que enfrentarse a la burocracia mexicana.

Y hoy en día, a consecuencia de la actual política migratoria y las difíciles condiciones económicas que enfrentan en los Estados Unidos, miles de migrantes de origen mexicanos están regresando a sus lugares de origen pero, se encuentran con reglamentos obsoletos y trabas administrativas que no les permiten a ellos o a sus hijos continuar con sus estudios ya una vez en México.

Para comprender la magnitud del problema basta analizar las cifras, el Censo del 2010, que indica que 1.1 millones de mexicanos se fueron del país, mientras que 351 mil regresaron, correspondiendo el 10 % a niños, siendo estos paisanos originarios principalmente de los estados de Jalisco, Michoacán, Estado de México y Guanajuato.

Según el Centro Hispano DEW de Washington, mas de 300 mil niños nacidos en la unión americana ya fueron llevados a México por sus padres, mientras el Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que al cierre del año fiscal del 2011 fueron 400 mil los mexicanos repatriados.

En cuanto a la edad de los migrantes repatriados en el 2011 se sabe que el 6.2 % corresponde a menores de entre 0 y 17 años de edad, mientras que el grupo de los jóvenes de entre 18 y 34 años alcanzo el 56.5 %, en este sentido destaca que el 29.2 % regreso con un bachillerato o estudios superiores.

Acevedo Danache, asegura que es urgente que el Gobierno Federal adecue sus lineamientos administrativos para que estos dejen de ser obsoletos y reflejen la realidad actual para que estos mexicanos puedan revalidar sus estudios.

Agregó que para esto además se requiere, que la red consular mexicana, principalmente la ubicada en los Estados Unidos, trabaje intensamente orientando a la comunidad y les apoyen para que estén en condiciones de regresar sin enfrentar este viacrucis de trámites administrativos que implica documentos que deben ser traducidos y apostillados.

"Esto es intolerante ya que ese viacrucis burocrático, coloca a nuestros connacionales más vulnerables en un limbo jurídico que frena sus intensiones de estudiar a su regreso y así conseguir una vida digna y más equitativa; este es un problema de grandes proporciones que se ha convertido en una vergüenza nacional", señaló.

Para concluir Acevedo Danache, apuntó que para el comercio organizado de esta frontera las estadísticas sobre migrantes repatriados, son un indicador matemático que no refleja la otra realidad que enfrentan nuestros connacionales en su retorno a México.